Equidad de género: ¿cómo avanza Caldas?
Luis Felipe Gómez Restrepo
El Índice de Equidad de Género deja a Caldas en el puesto 9 en la última medición nacional que hizo el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario.
Mejoramos desde la anterior medición 7 puestos, lo que es muy positivo. Ahora bien, ¿por qué es importante este Índice?
La equidad de género va mucho más allá de cuestiones ideológicas. Como explican los gestores del Índice: “… es el pilar fundamental para el desarrollo de sociedades más inclusivas.
Su punto de partida es el reconocimiento de que existen diferencias determinadas por el sexo que influyen en la distribución de oportunidades, recursos y derechos”. Y estas mediciones permiten ir ajustando la política pública para reducir la brecha entre hombres y mujeres.
El Índice evalúa cinco pilares, y cada uno de ellos tiene sus indicadores.
Los pilares son: Infraestructura del bienestar, Infraestructura del cuidado, Mercados, Acceso a cargos de representación y liderazgo, Educación y salud. Es bien completo y permite una mirada bastante integral.
Caldas ocupa el primer lugar nacional en el pilar de Mercados; es decir, en términos de empleo, ingresos y seguridad económica, que impactan la equidad en dimensiones como el acceso a servicios financieros, acceso al mercado laboral, los ingresos, la pobreza y el acceso a subsidios, y el sistema de pensiones.
Sin embargo, en el pilar de salud, estamos casi en el fondo, de 26 en la lista departamental.
En el caso de la salud, se analizan tres dimensiones: Aseguramiento en salud, Salud mental y Mortalidad. La más débil es Salud mental, con la que ocupamos el puesto 28 en el ranking nacional.
En los pilares de Educación estamos en el puesto 11 a nivel nacional.
En Infraestructura para el bienestar, que incluye servicios públicos y vivienda, estamos en el puesto 9 del ranking.
En Infraestructura del cuidado estamos de 11 en el país, y el peor indicador de este pilar es el tiempo dedicado a las labores del hogar, en el que ocupamos el puesto 22 a nivel nacional.
La tarea pendiente para Caldas es clara: mejorar la salud de las mujeres.
En el mismo informe indican que una manera de hacerlo es fortaleciendo y diferenciando la atención en salud mental, pues las mujeres tienden a tener más depresión, por ejemplo. Y, por otra parte, focalizar también en otras enfermedades propias de la mujer para asegurar una atención oportuna y efectiva.
Igualmente, es necesario hacer un análisis de la conexión que hay entre violencia de género, el exceso de ocupación (hogar y trabajo) y en la inseguridad económica como determinadores de la mala salud.
Es valioso contar con este tipo de información desagregada por departamentos, pues permite tomar conciencia de las brechas de género y orientar mejor las políticas públicas.