Cuando uno está próximo al grupo en las citaciones a ruedas de prensa, único espacio permitido para los periodistas de Manizales, comprueba que en Once Caldas hay familia, término empleado para señalar que están unidos, con propósitos comunes y ‘tirando’ para el mismo lado.

Siempre debería ser así, pero muchas veces no pasa y cuando se logra, resulta siendo factor determinante para el éxito en una campaña. Para no ir muy lejos, el Bucaramanga campeón se las creyó liderado por Rafael Dudamel, y sin una super nómina alcanzó su soñada estrella. Samuel Vanegas, uno de los héroes del título de Copa Libertadores, sostiene que al Once Caldas era difícil derrotarlo porque estaban mentalizados de que eran capaces y se batían como leones sin importar el rival, supliendo las deficiencias con garra y tenacidad.

Este equipo actual, bajo la conducción de Hernán Darío Herrera, tiene cifras extraordinarias: 79% de rendimiento, un solo juego perdido de 11, ocho victorias, tres como visitante. Esto hace que el hincha se ilusione y que el plantel se motive a pensar que puede obtener grandes dividendos.

Los 63 puntos en el acumulado del año prácticamente le dan cupo internacional para los torneos Conmebol 2025. Los 26 que lleva hasta el momento (con 29 fue el octavo clasificado el semestre pasado) lo tienen a una victoria del objetivo, todavía con ocho partidos por disputar.

Se está haciendo la tarea, con valores adicionales, pues aparte del nivel colectivo y los aportes individuales, el equipo ha sido beneficiado por el calendario: juega cada 8 días, no tiene partidos pendientes y queda al margen del maratón que en breve iniciará la liga para ponerse al día.

A todas estas, el manejo del Arriero. "Viejo querido", se oye decir cerca del vestuario en torno de Herrera, cuyo liderazgo se hace notar. Es el responsable directo de este buen andar, y en sintonía con sus dirigidos ha sacado provecho de su eficiente grupo de colaboradores. Cosas del fútbol, de la vida o de las circunstancias: fue el último campeón con Nacional en 2022 y lo echaron. Aquí muchos le dieron palo porque supuestamente lo dejaban por la pensión, porque le armaron su cuerpo técnico y por su ‘falta de carácter’ al no exigir refuerzos de categoría.

Curioso, pero en parte, esas terminaron siendo sus fortalezas: fue definitiva la llegada de Andrés Felipe Rozo como asistente, del preparador físico Mauricio Roldán, del de arqueros, Néstor Mario Marín, del gerente Felipe Gutiérrez y del de mercadeo, Néstor Hincapié.

Los jugadores "desecho" hoy son vitales: el goleador Michael Barrios, sacado del América, Mateo García en su estreno en la A, Juan Pablo Patiño, suplente de Alianza, Lucas Ríos del Cúcuta de la B y el sorprendente James Aguirre, un portero sensacional.

Después de la única derrota, contra Patriotas 3-1 por la sexta fecha, Once Caldas suma

cuatro victorias, y en las recientes sobre Cali y Envigado, Dayro Moreno (recién cumplidos los 39 años) volvió a anotar. Ahora puso en 232 el nuevo récord por liga y con 241 está a cinco de Falcao y Aristizábal como el artillero colombiano de la historia.

Un Once Caldas confiable, con un aparente punto débil en la suplencia, pues da la sensación de que tiene una nómina corta, con relevos muy por debajo de los titulares y que, si bien por ahora no se nota por la amplitud en la programación, puede pasar factura cuando se apriete en las instancias decisivas.

Hasta la próxima...