Defender la institucionalidad es defender la ley, es hacer cumplir la Constitución. Este Gobierno todo, pero en especial, el presidente Petro considera que están por encima de la ley.

Es evidente que preferiría ser un emperador. Por eso en varias ocasiones le he pedido a la rama judicial que derogue actos abiertamente ilegales. Demandé el Ministerio de la Igualdad, los decretos de emergencia de la Guajira, la hostil toma de la Universidad Nacional…

La Corte Constitucional evaluará mi demanda sobre la reforma pensional que fue aprobada eliminando el derecho de los congresistas a proponer modificaciones al proyecto. No es menor que más de 500 proposiciones quedarán sin discutirse.

El petrismo ha decretado un ataque basado en mentiras en mi contra, liderado por Gustavo Bolívar y seguido por Petro y sus bodegas.

Mentirosamente afirman que busco quitarle el pan de la boca a los viejitos pobres. Incluso han citado a protestas y el presidente dice que no entiende que existan personas como yo.

Todos sus argumentos son mentiras. El subsidio a los adultos mayores no lo crea la reforma pensional; lo creó la Ley 100 de 1993. Era para pobreza extrema e indigencia, y preveía que el subsidio puede llegar hasta medio salario mínimo.

En los años 2000 se reorganizó con el Sisbén III. En el 2021 el presidente Duque amplió la cobertura a pobreza y vulnerabilidad usando el Sisbén IV en categorías A, B y C.

Lo que contradice las mentiras de Bolívar, que sostiene que sin la reforma pensional no pueden dar los 230 mil pesos o que no pueden llegar sino hasta adultos mayores en extrema pobreza.

Hoy el Gobierno paga subsidios de 225 mil pesos mensuales sin reforma, pues la ley 100 como lo expliqué, permite un pago de hasta el 50% del salario mínimo.

El petrismo no está creando nada nuevo con la reforma pensional. Solo le ponen el nombre de “renta básica solidaria” al programa de “Colombia Mayor”.

Hoy en “Colombia Mayor” se benefician 1,7 millones de adultos mayores y tiene un costo de 1,4 billones de pesos.

Si un gobierno quisiera llegar a 3 millones de adultos beneficiarios podría, pero necesita recursos, por eso ningún gobierno ha podido hacerlo.

Pero la reforma pensional tampoco aumenta los recursos. Y el artículo 11 de la reforma pensional destruye cualquier duda: expresamente prohíbe que los recursos de ahorro pensional se utilicen para subsidios.

Con esta reforma el país está creando una bomba atómica pensional. El pasivo pensional aumentaría a más del 190% del PIB.

Además, por un articulito que metieron a última hora, el 41% de la población entraría en un régimen especial en el que no está claro ni la edad, ni las semanas necesarias para pensionarse.

Esta demanda defiende sobre todo a las nuevas generaciones de colombianos, los recién nacidos, los pocos que están por nacer (pues la tasa de fertilidad está cayendo dramáticamente). Ellos no tienen voz, pero heredarán una tremenda deuda. En ellos deberá pensar la Corte Constitucional al decidir sobre esta demanda.

Claro que necesitamos una reforma pensional que elimine subsidios, pero a esta le falta mucho para ser aceptable.