Fecha Publicación - Hora

No podemos hablar tranquilos de que en Caldas se esté ganando en inclusión, igualdad de género y participación femenina, mientras el mapa administrativo y político del departamento siga mostrando realidades muy distantes. En el ámbito político es muy desalentador encontrar resultados tan pobres para el género femenino como los que dejaron las elecciones de octubre del año pasado: solo 1 alcaldesa y 26 alcaldes, y ni siquiera hubo ni se promovieron candidatas para gobernadora; eso significa que en cargos uninominales las mujeres solamente alcanzaron el 3,70% del promedio total.
En la Asamblea departamental resultaron electas 3 diputadas de 14 curules disponibles, 11 las ocupan hombres, el promedio de representación femenina en esta corporación es de 21,42%. En el Concejo de Manizales, de 19 curules hay 4 de concejalas, que expresan el 21,05% en poder de las mujeres. Sin temor a equivocarnos, en el resto de los 26 concejos municipales de Caldas los porcentajes de participación no son mejores, porque cuando no es que están constituidos en su totalidad por hombres, es que hay una o dos mujeres máximo.
Mujeres nombradas por los alcaldes en cargos de poder y decisión como parte de los gabinetes municipales que comenzaron en enero de este año tampoco alcanzan un porcentaje representativo. La abogada Jeniffer Cotacio, exsecretaria de la Mujer en Manizales, con un equipo jurídico hallaron que la llamada Ley de Cuotas, vigente desde el año 2000 para cargos y órganos del poder público y modificada este año para que el porcentaje de participación femenina en estos niveles pase de 30% a 50%, no se está cumpliendo en 12 administraciones, 11 alcaldías ni en la Gobernación de Caldas. Los de menores porcentajes son La Dorada (16,7%), Supía (28,6%), Anserma y la Gobernación de Caldas (33,3% cada una).
El alcance de la Ley de Cuotas no puede seguir dependiendo exclusivamente de la voluntad política de los mandatarios, como señala Cotacio; se trata de un derecho adquirido, protegido por la ley, para que las mujeres puedan participar en igualdad de condiciones que los hombres dentro de las administraciones, nombradas en cargos de libre nombramiento y remoción; que es muy distinto a las que están por carrera administrativa, posición que se gana en un concurso de méritos. La Ley de Cuotas no debe convertirse en una barrera invisible, un techo de cristal, para que las mujeres participen en lo laboral igualitariamente cuando reúnen las mismas condiciones que los hombres.

La igualdad debe darse también en política. La Ley Estatutaria 1475 de 2011 establece que las listas de los partidos para cargos de elección popular deben estar conformadas en un 30% por mujeres, cuando elijan más de 5 curules. Pero las mujeres no pueden seguir prestando su nombre y su imagen solamente para llenar estas listas y permitir que con eso los partidos políticos parezcan acogerse a la ley, cuando son candidaturas hechas para que ganen los hombres, y casos de estos hubo recientemente en varios partidos en Caldas. La paridad de género debe aplicarse por convencimiento, no solo por temor a una sanción; en cada región hay mujeres igual o más preparadas y formadas para ejercer por igual que los hombres en el campo de lo público.