El deporte es, sin duda, un vehículo importante para formar ciudadanos y construir ciudadanía. Lo dicen los expertos. Si no se puede ser figura, que los valores y las competencias interpersonales que inculca y enseña el deporte permitan crecer como persona útil para la sociedad y las comunidades donde están asentados estos deportistas. El pasado fin de semana los secretarios del Deporte de Manizales y de Caldas, en entrevistas con este diario, plantearon balances positivos de lo que fue el primer año de las actuales administraciones.
Sin embargo, en sus declaraciones, dejan entrever que hay muchos retos por delante después de una temporada en la que se establecieron las metas, hubo acomodo administrativo y se definieron nuevas políticas. Diego Espinosa, por ejemplo, plantea que Manizales sea Capital Deportiva del país. Tamaño reto el que se está proponiendo. Pero seguidamente, dice que ya habló con las federaciones de Pesas y de Patinaje para hacer certámenes internacionales en la ciudad. Lo lógico es que ya hubiese un calendario anual deportivo pensando en aprovechar la infraestructura deportiva que le quedó a la ciudad después de haber sido sede de Juegos Nacionales en el 2023 y el 2024, tanto mayores como juveniles.
Es el momento de hacer y promover el turismo deportivo, para evitar que los escenarios se conviertan en elefantes blancos y, peor, en espacios utilizados solamente por los amigos políticos de las administraciones para fines electorales. La Gobernación también tiene otro escenario que no puede dejar caer: el Centro Internacional de Aguas Abiertas en Chinchiná, junto al lago Cameguadua. Hay que dinamizar todos estos escenarios y proponerse que no estén solos. Durante la semana pueden apoyar las instituciones educativas, además de servir para las prácticas de nuestros deportistas profesionales y en formación; pero debe haber una fuerte apuesta para que lleguen atletas de otras ciudades y países porque están convencidos de que esta es una ciudad y un departamento con las condiciones para hacer turismo, pero también participar en competencias que se programen. ¿Cuántos extranjeros llegan a Bogotá para la Media Maratón?, por citar un solo evento.
Tras el año de aprendizaje, como lo plantea Andrés Duque, secretario del Deporte de Caldas, hay que ir por todo el departamento, atender las necesidades en los municipios, pero sin descuidar el deporte de alto rendimiento. Hay que cuidar a los atletas que brillan por todas las pistas del país y del exterior, y la mejor forma de hacerlo es dándoles las garantías. Técnicos contratados todo el año, deportistas bien estimulados económicamente para que no tengan que pasar dificultades y procesos bien respaldados en todos los aspectos. Solo así se evitará que nuestros deportistas tengan que migrar a otros departamentos porque aquí no encuentran respaldo.

Si bien es cierto que es muy difícil competir y superar a las potencias nacionales como Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá, hay que hacer el esfuerzo y, mínimo, darles las garantías suficientes que les permitan continuar con el proceso hacia los Juegos Nacionales del 2027, para que lo sembrado se vea reflejado en esas justas deportivas. No será un año fácil para el deporte, con un Gobierno nacional recortando recursos para ajustar su presupuesto desfinanciado, por eso el llamado es a que la Gobernación de Caldas y las alcaldías aprovechen la infraestructura nueva que se tiene para actuar en otros frentes.