Se destacan los avances de la despenalización del aborto, pero piden una política pública para garantizar el derecho en municipios de sexta categoría. 

Ilustración | Juan Carlos Hómez | LA PATRIA 

Se destacan los avances de la despenalización del aborto, pero piden una política pública para garantizar el derecho en municipios de sexta categoría. 

Sol Sánchez es mamá e hija, sin embargo, ni su primogénito ni ella fueron planeados. Sol sufrió abandono materno. Su hijo goza de una crianza presente. 

A ambas decisiones, la de sol y su mamá, las separa el resultado de años de lucha feminista: el derecho a elegir. 

"A ella se la lleva su esposo a vivir cuando tenía 15 años - uno a los 15 no sabe ni para dónde va-. Ella dice: 'no quiero ser mamá' y mi papá le dice, ‘pero usted es mi esposa’. Entonces ella tiene cuatro hijos y abandona a dos hijas", relata Sol, quien además es abogada e integrante de la colectiva feminista Bugambilias.

La mamá de Sol es una mujer que nunca quiso maternar y que no fue escuchada ni tenida en cuenta, por lo tanto, su respuesta fue volar. 

30 años después del nacimiento de Sol las mujeres continúan volando, pero ya no por miedo sino por convicción. En este tiempo han ganado libertades, entre ellas el derecho a decidir sobre su cuerpo.

 

El camino

En Colombia, en el 2006, se logró la sentencia 355. Con ella se crea la opción, pero no obliga a ninguna mujer, a optar por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) bajo tres causales de afectación: salud física, mental o social. 

Aunque lo anterior significó un avance,  no derrumbaba las barreras para que las mujeres accedieran a la IVE ni ratificaba en su totalidad los derechos a la autonomía y la autodeterminación reproductiva. 


Por ello, en el 2017 el movimiento de Causa Justa recolectó cerca de 90 argumentos para ir más allá. Uno de ellos mencionaba que anualmente 400 niñas menores de 14 años estaban teniendo bebés. También se encontró que 1.400 niñas, mujeres y personas gestantes tenían secuelas por intentar abortar en lugares clandestinos.

Estos datos permitieron que se llevara a la corte una demanda para que se despenalizara totalmente el aborto, con el artículo 122 del Código Penal. 

Finalmente, el 21 de febrero del 2022 se despenaliza el aborto hasta la 24 sin ninguna causal y se modifica el artículo 122 del Código Penal, que insta al Congreso a legislar sobre él, pero no a retroceder sobre el derecho adquirido.

Sol celebra la decisión: "Nosotras aplaudimos este avance y vamos a decir gracias a las mujeres que lo han venido publicando, porque uno cree que solo le está pasando a una, pero es a muchas".

 

Implicaciones psicológicas 

Sol retoma su testimonio: "Yo quería ser mamá, pero no a los veinte, quería ser mamá a los 27. No obstante, tuve un encuentro, una conexión con mi embarazo, pero si no, hubiese abortado. Es lo que le pasa a muchas mujeres; se les adelanta el embarazo y eligen no ser mamás en ese momento".

Con la despenalización del aborto el planteamiento de Sol parece ser la ruta para todas las personas gestantes. Lamentablemente, las experiencias están moldeadas por contextos históricos, sociales y culturales que a menudo hacen que aún no puedan elegir y se repita el escenario de la mamá de Sol. 

Nataly Génez, psicóloga con enfoque diferencial, de género, afro y decolonial, asegura que las implicaciones de tener un hijo no deseado se reflejan en la  salud mental. 

La experiencia de ser madre está cargada de emociones complejas y profundas que varían según la historia de vida de cada persona gestante, su acceso a recursos, su red de apoyo, y el entorno en el que vive”, apunta Génez.

Asimismo, la psicóloga expresa que tener un bebé no deseado puede generar angustia, frustración y resentimiento hacia el hijo, la pareja o el sistema que las obligó a esa situación. Ella añade: “Estos sentimientos pueden derivar en trastornos como la depresión postparto o ansiedad crónica, afectando su capacidad para vincularse afectivamente con el bebé y con otras personas cercanas”.

A nivel cognitivo, de acuerdo con Nataly, la persona  puede tener pensamientos recurrentes de arrepentimiento, fracaso o pérdida de control sobre su vida, lo que deteriora su autoestima y puede generar una disonancia interna entre el ideal de lo que se espera de una buena madre y su realidad emocional.

Estas consecuencias no solo afectan su salud mental a corto plazo, sino que también pueden arrastrarse a lo largo de los años, impactando en su bienestar general, su capacidad para cuidar de sí misma y su proyecto de vida, llevándola a vivir en una constante sensación de vacío o insatisfacción”, lamenta la psicóloga. 

 

No puede ser negado 

Para que el aborto sea garantizado como un derecho en cada rincón del país, Sol afirma que el Congreso debe empezar a legislar, sobre todo en una política pública donde se pueda hablar de sexualidad y derechos sexuales y reproductivos de una manera responsable, respetuosa y profesional. 

“Es el único modo donde al menos en cinco, seis, diez años las personas vamos a tener una responsabilidad sexual y no vamos a estar afectadas porque no conocíamos nuestros derechos”, propone la abogada.

Por su parte, Nataly expone que en comunidades, especialmente las racializadas y empobrecidas, las mujeres a menudo no tienen acceso a servicios de salud de calidad, ni mucho menos al aborto. “Esto genera un ciclo de opresión donde las decisiones sobre sus cuerpos y sus vidas se ven cooptadas por sistemas de poder que no consideran sus realidades”. 

 Lo anterior es justificado por Sol como falta de recursos en los municipios de sexta categoría: “Normalmente estos municipios tienen destinación presupuestal, entonces no pueden decir: vamos a hacer una política pública. Tampoco tienen dinero para lo técnico dentro del hospital, entonces cuando son embarazos hasta las 14 semanas se suministra misoprostol  para que lo pueda hacer de una forma segura”. 

Así las cosas, los hospitales deben garantizar que una persona que llega a la 14 semana de gestación pueda ser atendida de una forma segura, integral y gratuita. 

Si por el contrario, el periodo de gestación supera las 14 semanas, la usuaria debe ser remitida con el código de urgencias. El tiempo para darle solución es de cinco días. 

Es aquí donde la política pública es urgente, porque bajo esa política pública se va a atender cuando llegue una mujer de bajos recursos requiriendo la IVE, pero el hospital no tiene ni lo técnico, ni lo presupuestal, entonces se hace un requerimiento”, concluye Sol.

 

¿Cómo acceder a un aborto seguro?

En Colombia, la Interrupción Voluntaria del Embarazo es un derecho para las mujeres, niñas, jóvenes y personas gestantes.

Quienes requieran información y asesoría en servicios de aborto seguro pueden comunicarse a la línea nacional gratuita de Profamilia 300 912 4560 o a través de WhatsApp (+57318 7351722).

También pueden acudir directamente a la clínica Profamilia más cercana y tomar un turno para "Consulta de Embarazo No Deseado / Aborto", o solicitar una consulta a través de la página web.

 


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