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Foto / www.freepik.es / LA PATRIA / El adulador, en exceso, termina por hostigar a la figura de poder de quien pretende favores.
Generalmente en todos los trabajos hay un lambón, siempre dispuesto a lanzar elogios, aplaudir sin razón y ofrecer favores sin que nadie se los pida. Pero ¿qué hay detrás de esta conducta que daña el ambiente laboral?
El psicólogo particular José Fernando Vélez Trejos, radicado en Manizales, asegura que estos comportamientos reflejan una baja autoestima y un desconocimiento de las propias habilidades.
De la compinchería
Según el experto, la lambonería no es más que una estrategia para fortalecer el ego propio, pero sin el respaldo de méritos reales: “Muchas de estas personas no tienen claridad sobre sus cualidades, competencias o valores y, en lugar de destacarse por su trabajo, prefieren cepillar a quien tiene el poder”, explicó.
El problema de la lambonería, advirtió Vélez, no es solo el hecho de que se use como estrategia, sino que está ligada a otro fenómeno común en el país: el amiguismo, la compinchería.
“Muchos no son capaces de ascender por sus propios logros, así que se dedican a quedar bien con el jefe o con los compañeros influyentes, buscando escalar en una empresa o institución”, explicó el experto.
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En el ámbito político y empresarial, esta estrategia es más evidente. “Hemos visto casos de personas que buscan abrirse camino a punta de regalos y favores. Uno de los casos más llamativos fue el de un funcionario que intentó sobornar a una colega con un perro de raza labrador”, recordó.
El manejo
Para quienes tienen que lidiar con un lambón en su entorno, el psicólogo les recomienda actuar con claridad y sin rodeos. “No se necesita ser un experto en salud mental para identificarlos. Lo mejor es cortar de una vez con la situación y no permitir que estos comportamientos tengan espacio”, enfatizó.
El psicólogo concluyó: “Si siente que su única forma de progresar es agradando a los demás a toda costa, es hora de que trabaje en su autoestima. Todos tenemos habilidades y valores que podemos potenciar sin necesidad de recurrir a la lambonería”.
Aprenda a decir no
Si se enfrenta a un lambón:
- No acepte regalos o favores innecesarios.
- Pregunte directamente qué quiere la persona.
- Mantenga una relación profesional y evite involucrarse en juegos de poder.
¡Haga una autoevaluación!
Si usted es un lambón:
- Evalúe sus habilidades y fortalezas.
- Busque destacar por su trabajo, no por quedar bien con otros.
- Considere ayuda psicológica para mejorar su autoestima.
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El perfil del adulador
Así actúa:
- Baja autoestima y poco autoconocimiento.
- Necesidad de validación externa.
- Usa regalos y favores para ganar influencia.
- Suele rodearse de personas con poder.
- Evita la confrontación y prefiere la adulación.
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