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En septiembre se aceptó el recurso de casación ante la Corte Suprema, lo que significa que la condena no está ejecutoriada.
LA PATRIA | MANIZALES
Antes de contar lo vivido, la menor acudía a psicología porque tuvo unos cambios extraños y no era alegre como antes. Empezó a presentar cutting (se hacía cortes en la piel), era muy agresiva, se enojaba por todo, estuvo con trabajo social en el ICBF y una noche se despertó enojada, porque su hermanito estaba roncando y lo cogió del cuello. Estuvo una semana en el hospital psiquiátrico San Juan de Dios de Manizales.
Estas son algunas de las afectaciones que Arlex Velasco Rojas dejó en una menor de edad, a la que accedió sexualmente, situación por la que lo condenaron a 22 años de prisión. El Tribunal Superior de Manizales confirmó la sentencia.
Él aprovechaba los momentos en que se quedaba solo en la casa con la menor, de 10 años, y abusó de ella entre 15 y 20 veces. Los hechos ocurrieron entre el 2017 y el 2019, según el relato de la víctima.
Doloroso
“Visitaba o permanecía en ese hogar y mientras ambos estaban en soledad la desnudaba y la violaba. La obligaba a vejámenes, lo que se repitió con el paso del tiempo, hasta que la niña se decidió a contarle la situación a su progenitora, luego de que esta le descubrió algunas imágenes pornográficas en su celular. Acudió al CTI para instaurar la denuncia”, contó la Fiscalía.
Al sujeto lo procesaron por acceso carnal abusivo con menor de catorce años, agravado, en concurso, esto último porque fue una situación que sucedió en repetidas ocasiones.
Sobre la forma en que la mamá supo lo que sucedía, se indicó que al ver que la niña tenía el celular bloqueado, le ordenó quitarle la clave y observó imágenes no apropiadas para su edad. En la noche se reunieron en familia para tratar el tema, le preguntaron la razón de tener dicho material en el teléfono y contó lo que había vivido. Los abusos fueron en domicilios de Riosucio y Medellín. El sujeto era allegado a una familiar de la víctima.
Creerle
El Tribunal manifestó que las pruebas no desmentían a menor, como tampoco la valoración sexológica inicial. No hay cabida a lo dicho por la defensa, que plantea que "quien se dice víctima es una persona fantasiosa, que no ha hablado con la verdad, sino que ha buscado atención maternal, y por ello se ha valido de una historia de agresión sexual falsa que no tiene sólido respaldo".
"En cuanto a la existencia de algún motivo para un falso señalamiento, es preciso decir que no hubo un testigo siquiera que en el juicio oral aludiera a alguna animadversión entre la menor y el procesado, o que entre ellos dos se hubiera presentado algún altercado que la estimulara a buscar represalia, y menos de tan grave manera", anotaron los magistrados.
En septiembre se aceptó el recurso de casación ante la Corte Suprema, lo que significa que la condena no está ejecutoriada.
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