La Fundación Mujeres Víctimas para La Reconciliación busca promover emprendimientos como estrategia reparadora.

Fotos | Cortesía particular y UBPD | LA PATRIA

La Fundación Mujeres Víctimas para La Reconciliación busca promover emprendimientos como estrategia reparadora.

Tatiana Gutiérrez, lideresa y mujer buscadora, le huyó a la violencia provocada por el conflicto armado en Medellín, en 1998. Su destino fue La Dorada (Caldas), en donde nuevamente fue víctima y se tuvo que trasladar a Villamaría, allí encontró su lugar.

Y no solo porque pudo estar un poco más tranquila, sino porque en este municipio encontró la motivación para liderar a las mujeres golpeadas por la guerra y ayudarles a enfrentar la realidad. Entonces nació la Fundación Mujeres Víctimas para La Reconciliación.

 

Una pérdida y un adiós

Era 1996. Tatiana, de 14 años, vivía en la capital de Antioquia. Su primo se llama Brayan, de la comunidad LGBTI, un grupo invisibilizado por el Estado. Tras su desaparición, las autoridades insistieron en que debía estar reportado como mujer. Su nombre femenino era Laura Carolina Mora Gutiérrez.

Ella recordó el día en que jugaban afuera de su casa, cuando llegaron dos mujeres y un hombre, al parecer de grupos paramilitares, y le ordenaron a Brayan irse con ellos. Tatiana corrió a avisarle a su tía, pero ni ese día, ni en los posteriores, en una insistente búsqueda, lograron encontrarlo.

En 1998, tras el asesinato de dos tíos, Tatiana salió desplazada de Medellín hacia La Dorada. El puerto caldense no la recibió bien.

Allí fue víctima de violencia sexual, nuevamente a manos de grupos paramilitares, y tuvo que huir otra vez hasta que llegó a Villamaría. Sintió que no solo debía luchar por la verdad ante la violencia que afectó a su familia, sino que debía poner su granito de arena por otras mujeres sometidas por el conflicto.

"La Fundación se dedica cada día a fortalecer a mujeres, con emprendimientos para que sobrevivan y generen algún ingreso. Recibimos el apoyo del Sena, que las capacita, y con productos ya conformados en gastronomía, lencería, productos naturales, entre otros, las promocionamos a través de mercados campesinos y de Sueños por Emprender", dice Tatiana.

En la organización, que surgió hace unos 11 años y se estableció formalmente desde el 2019, hay 87 integrantes incluso de otros municipios, que sufrieron por el desplazamiento forzado, la violencia sexual y la desaparición forzada.

 

Poniendo el pecho para salir adelante

"Como lideresa, trato de fortalecerlas en la parte psicosocial y escucharlas. Me apoyo en lo que ofrece el Municipio, o sino busco la forma a través de EPS que tengan caja de compensación asociada, pues se ha visto mucho problema psicológico", añade la antioqueña, de 42 años.

Para acompañarlas, busca la manera de mantenerlas ocupadas, abriendo espacios y capacitándolas.

Dice que este año fue crucial porque por fin se obtuvo el respaldo de la Alcaldía de Villamaría, le encomendaron la labor de ser enlace de víctimas y ante los buenos resultados, de otros municipios la contactan para replicar lo que hace.

También es integrante del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), al que considera su segunda familia. El apoyo que no ha encontrado en el Gobierno, sí lo obtuvo con esta organización.

"Agradezco a Dios y a las personas que me invitaron. Me encaminan y no me siento sola en la búsqueda. Nos capacitan y preparan, nos llenan de conocimiento; porque de ayuda del Estado, más bien poca, las herramientas no funcionan como debe ser. Desde que llegaron a mi vida, la búsqueda de mi primo se ha urbanizado más", sostiene Tatiana.

Por medio del Movice se logró tener un rastreo más detallado y las opciones de encontrarlo parecen más tangibles. Con José Everth Veloza García, alias H.H., excomandante de los bloques Calima y Bananeros, se han tenido acercamientos y hay una posibilidad de que entre tres restos recuperados, estén los de su familiar.

Sin embargo, es solo una pista, y la esperanza de encontrarlo con vida sigue ahí. Ahora, con el inicio de exhumaciones de restos óseos en La Escombrera de la Comuna 13 de Medellín también aspira a recibir algún indicio.

"Lo busco siempre con la única foto que tengo de él. La madre tuvo que irse del país y sigue guardando la esperanza. Somos tres en la Fundación que tenemos familiares desaparecidos en Caquetá, Medellín y Salamina", explica.

 

Exparamilitares se comprometen con la búsqueda incesante

A través de un abogado, Fabio César Mejía Correa, alias Jhónatan, excomandante de las Auc en Caldas, buscó a las integrantes de la Fundación, con el fin de aportar a la justicia, verdad, paz y reconciliación. Él les manifestó que quería formar parte en la reconstrucción de ese tejido social.

La lideresa sostiene que él está dispuesto a hablar, mencionó seis casos de víctimas en el sector del Páramo de Letras, dos de Salamina, dos de Neira y otro de Aranzazu y esperan colaboración de las autoridades.

"Está presto a ayudarnos. Hice con él tres procesos, unos encuentros con la población y apostando a la reconciliación. Queremos que estas familias puedan tener ese duelo y los restos", añade.

Sin embargo, reclama que la Fiscalía no colabora. Se han enviado derechos de petición y les responden que son procesos archivados. Dice que Fabio espera las garantías del Estado para ayudar, pero son dos años en que los restos de seis personas siguen sin exhumar.

Incluso dice que Luis Fernando Marín, Franco, también está dispuesto a colaborar, pero es otro que espera garantías del Estado, quiere aportar y contar la verdad sobre más víctimas que siguen desaparecidas.

 

Paciencia ante una consolidación

Luz Janeth Forero Martínez, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) sostiene que gracias las labores humanitarias y extrajudiciales, se pasó de cerca de 111 mil reportados como desaparecidos a 124.724 en el contexto del conflicto armado.

"Fue un 2024 realmente eficiente en materia de búsqueda, porque aumentamos por ejemplo en solicitudes de búsqueda, llegando a 30 mil 600 solicitudes con corte a dos meses atrás. Estamos haciendo un énfasis enorme en buscar a personas con vida y pudimos contactar y advertir un acumulado histórico de 160 personas", dijo la funcionaria.

A eso se suma la recuperación de cerca de 2 mil 200 cuerpos y la ampliación de la cobertura, con lo que han llegado a regiones donde el problema de la desaparición en medio del conflicto es intensa.

"Tenemos propuestas innovadoras, como la unidad móvil que recorre el país, teniendo así más cercanía con familias que buscan y haciendo más participativo el proceso de búsqueda", sostiene Forero Martínez.

A eso se suma la red de apoyo operativo, tomas de muestras y gente buscando de manera directa y ayudando a ubicar sitios de interés forense, que son unos 10 mil en todo el país y representan un reto porque se convierte, en palabras de la directora, en una demanda enorme.

 

Un nuevo equipo para el Eje

La directora resaltó que el 2024 se convirtió en el año de consolidación de un equipo territorial para el Eje Cafetero. Cuando se inició la labor de aumentar la cobertura, se pensó primero en esta región, en donde ya tienen un poco más de un año de existencia.

Puntualizó que en este tiempo se empezó a comprender el territorio, a analizar contextos, mirar en dónde estaban los principales retos y recoger solicitudes de búsqueda, por lo que no se pidieron resultados mayúsculos.

"Sin embargo, la búsqueda nos asciende a cerca de 4 mil desaparecidos. Son 940 peticiones. Invitamos a que esas solicitudes aumenten, que tengamos más contacto con las familias y se acerquen a la Unidad para seguir ese proceso", añadió Forero.

 

Los retos por falta de recursos

Un problema que enfrenta la UBPD es la falta de recursos, y ante esta dificultad se busca el respaldo de otros como son las familias, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Medicina Legal y organizaciones de la sociedad civil.

En el caso de Caldas se resalta la participación del Centro de Estudios sobre Conflicto, Violencia y Convivencia Social (Cedat), de la Universidad de Caldas.

Forero Martínez resalta que esta labor termina siendo una escuela, de lecciones aprendidas y de escenarios complejos, pero son retos significativos ante una magnitud de restos que hallan y el uso de la genética que enseñan y ayudan a mejorar las investigaciones.

"Independiente del resultado, uno espera encontrar, identificar y entregar, pero en muchos momentos no es posible. La búsqueda repara porque las familias pueden sentir que se tiene en cuenta sus expectativas y necesidades. Ojalá pudiéramos identificarlos a todos, es difícil, pero como Estado y sociedad lo estamos afrontando", añade.

Dice que existen complejidades financieras y se demostró lo compleja que también es la búsqueda. Se debe ingresar a territorios difíciles, como la selva profunda, lo que requiere de recursos y soporte logístico, lo que significa generar capacidad tecnológica, recurso humano y tecnología de punta.

Sin embargo, la funcionaria considera que también se mostraron resultados exitosos con eficiencia administrativa, frente a un rezago de años y cementerios colapsados por una dejadez histórica. Y ante la limitación de recursos para el 2025, confía en seguir con resultados que satisfagan las exigencias de las víctimas

 

Cifras de la UBPD en el Eje Cafetero

  • Han recuperado 119 cuerpos y entregaron dignamente 20. También encontraron con vida a 2 personas.
  • Este año se presentaron 175 solicitudes nuevas y el 50% corresponde a Caldas.
  • Los territorios de mayor interés, ya documentados, son Samaná y Riosucio.
  • Sin embargo, hay prioridad también en La Dorada, Manizales y Pensilvania.

 

¿Qué es la Ruta Buscadora?

Este método consiste en visitar regiones en las que se detectó una brecha entre solicitudes de búsqueda y los números que maneja la UBPD, para aumentar dichas peticiones. Esto implica un trabajo de pedagogía en un espacio itinerante y en vez del ciudadano buscar al Estado, el Estado toca la puerta del ciudadano.

Es relevante el papel de entes territoriales y autoridades locales, no solo en aporte de recursos económicos, sino también en voluntad política, de acuerdo con Luz Janeth Forero Martínez.

En la Ruta se recogen muestras biológicas para enriquecer el banco genético. Está por definirse qué regiones visitará este año.

 

Por una segunda edición

Mujeres Víctimas para La Reconciliación y otras dos organizaciones en Villamaría se trazaron la tarea, a través de la Mesa de Víctimas, de hacer la segunda edición de un libro, en el que quieren mostrar cómo transcurrió el conflicto en Villamaría.

 


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