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La compra de la propiedad se convirtió en un largo tire y afloje tras la muerte del propietario original.
La adquisición de una propiedad en La Dorada y la muerte, en medio del proceso, del propietario, terminó en un enfrentamiento entre los compradores y los herederos del fallecido, en un pleito que cumple ya 15 años.
El 3 de junio del 2010, el ciudadano se comprometió con ceder un inmueble por $400 millones, ubicado dentro de un condominio, a cambio de una casa avaluada en $200 millones, una camioneta de $29 millones y otro tanto en cuotas en efectivo, hasta marzo del 2011.
Sin embargo, ante la muerte del señor, su esposa e hijo asumieron el negocio y entregaron la propiedad. Pero el nuevo dueño empezó a recibir facturas del predial de tres dominios, por lo que le contó a la pareja del fallecido, a quien también le llegaron cobros coactivos por no pago del impuesto.
Se supo que los tres lotes no estaban incluidos en las escrituras hechas, y por hacer parte del englobado, el comprador ejercía como señor y dueño. Ante negociaciones infructuosas, el hijo del anterior dueño acudió a un juez para una conciliación en octubre del 2012.
Estuvieron citados el adquisidor y su esposa, como copropietaria, pero no se llevó a un acuerdo. Por eso, la pareja instauró denuncia por estafa y falsa denuncia, al considerar que fue víctima de un engaño y pretendían quitarles una gran extensión del predio adquirido en su totalidad.
Sin embargo, tras la decisión de segunda instancia de la Sala Civil del Tribunal Superior de Manizales, se archivó la acción penal el 31 de enero del 2018 y se reivindicó la posesión de dos lotes a los propietarios originarios, quienes a su vez decidieron responder con otro proceso judicial.
Madre e hijo sostuvieron que fueron víctimas de falsa denuncia, lo que afectó su buen nombre. En noviembre de ese mismo año, ante el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de Control de Garantías de La Dorada, formularon cargos a los compradores por falsa denuncia.
Apeló y volvió a perder
El juicio oral se llevó a cabo casi dos años después, el 7 de octubre del 2020, y finalizó el 28 de febrero del 2022, con absolución. La lectura de sentencia se efectuó el 1 de marzo del 2023, y el apoderado de víctimas apeló.
Este indicó que la Fiscalía sí demostró que se cometió el delito y hubo prueba de ello, pues estas personas eran conscientes del negocio de adquisición, sin incluir los lotes objeto de discusión. Además, sus protegidos no estaban reclamando nada, ni cometiendo un fraude, frente a una mala fe de los compradores.
El Tribunal Superior de Manizales entró a terciar e indicó que el asunto no pasó de "caracterizarse por un conflicto de un bien matizado por demandas de diversa índole entre dos familias".
La Sala Penal puntualizó que no se notó la intención de causar daño con la presunta falsa denuncia y, en consecuencia, confirmó la absolución que emitió en primera instancia el Juzgado Penal del Circuito de La Dorada.
Cerrado por calumnia
En la denuncia contra los compradores también los acusaron por calumnia. Sin embargo, se presentó la preclusión del delito por prescripción, dado que su pena máxima es de 6 años y ya había pasado ese tiempo.
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