Fotos | Cortesía UBPD | LA PATRIA
María Fernanda y su tío Jhon Jairo presenciaron la exhumación de los restos óseos de quien sería María Lilia.
El ataúd, deshecho por el tiempo, yace expuesto, rodeado de fragmentos de flores artificiales rojas desintegradas y cubierto por un plástico blanco. Los detalles del deterioro son un recordatorio tangible de los años que han pasado.
Frente a la bóveda 63, María Fernanda y Jhon Jairo, hija y hermano de María Liria Bustos, mujer desaparecida en el marco del conflicto armado, se reúnen en una cita largamente esperada.
María Fernanda, de 19 años, viste un atuendo negro. Sus ojos, inquietos, reflejan la ansiedad del momento. Ella nunca conoció a la persona que estaría dentro de la bóveda; tenía cinco meses de nacida cuando su familia perdió todo tipo de información relacionada con su paradero.
Ahora, enfrenta esta realidad con emociones mixtas, entre el desconcierto y el deseo de encontrar respuestas. Jhon Jairo, de 30 años, lleva un buzo gris con rojo y jeans oscuros.
Su atuendo rural y su actitud tranquila sugieren una persona acostumbrada a los ritmos pausados de la vida, aunque los recuerdos parecen pesarle más de lo que deja ver.
A las 8:30 a.m., la familia llegó a la puerta del cementerio del corregimiento de Florencia, en Samaná, un lugar cargado de historias y ecos del pasado. Era un día largo para todos, pero especialmente para ellos, la familia, que, entre el dolor y la esperanza, había esperado este día durante 19 años.
Antes de que los picos y las palas tocaran la bóveda 63, el equipo de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en el Eje Cafetero se reunió con los familiares para explicarles el proceso y lo que podría ocurrir durante la intervención.
Torbellino de emociones
“Hoy puede pasar cualquier cosa", explicó el antropólogo líder de la misión. Con esto se referían al amplio abanico de posibilidades que presenta la búsqueda de un cuerpo dentro de un cementerio: no hallar nada en el lugar señalado, encontrar varios cuerpos o descubrir estructuras óseas que, según las características morfológicas, podrían no corresponder al ser querido que buscan.
Mientras el equipo prepara el espacio, la familia de María Liria, con los rostros marcados por el peso de la espera, se dispone a enfrentar lo que el destino y la bóveda estén dispuestos a revelar.
Después de 45 minutos de trabajo minucioso, se empezaron a extraer las primeras estructuras óseas. Con el mayor de los cuidados, cada parte se dispuso sobre una mesa. Mientras se limpiaban meticulosamente, los técnicos forenses le explicaban a María Fernanda y a Jhon Jairo. Ellos solo observaban.
“Me siento extraña. Nunca pensé que vería algo así, pero también siento tranquilidad”, expresó la joven.
El cuerpo recuperado desató un torbellino de emociones. La cabellera, aún entrelazada con el tiempo, y la estructura de los dientes encajaban perfectamente en los recuerdos que tenían de María Liria antes de su desaparición.
La estatura y las lesiones en el cuerpo fueron algunas de las preguntas que Jhon Jairo planteó al equipo forense. Mientras escuchaba, sonreía y asentía con la cabeza.
“Yo no pensé que existiera una entidad que realmente ayudara a buscar a los desaparecidos. Y por aquí hay muchos”, agregó, mientras analizaba con detenimiento la forma en que el equipo forense recogía las estructuras óseas y las disponía en un contenedor que, posteriormente, llevarán al Instituto Nacional de Medicina Legal para confirmar su identidad.
El proceso de intervención en el cementerio del corregimiento de Florencia finalizó después de tres días. Junto con el cuerpo de María Liria Bustos, la Unidad de Búsqueda recuperó otros dos que corresponderían a personas dadas por desaparecidas a causa del conflicto en el Magdalena Medio caldense.
Desaparecidos reportados en oriente de Caldas
Según el Plan Regional de Búsqueda Oriente de Caldas, al menos, 145 personas desaparecieron en razón del conflicto armado en La Dorada, Marquetalia, Manzanares, Samaná, Norcasia, Pensilvania, Victoria y Marulanda.
Busque a su ser querido desaparecido
Si usted cuenta con un ser querido desaparecido o cuenta con información que permita encontrar a una persona desaparecida en medio del conflicto armado, puede comunicarse a los números 3185863456 y 3162530765, o asistir a la sede presencial de la UBPD en Pereira en la Calle 15 #13-110 Centro Comercial Pereira Plaza (local 232-4).
*Crónica de la UBPD
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