LA PATRIA|MANIZALES

Juan David Giraldo Noreña apeló de su condena ante el Tribunal Superior de Manizales y logró que la sentencia se redujera.

En primera instancia, el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio lo halló responsable de tentativa de homicidio simple en concurso con fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, agravado.

Pero el Tribunal le dejó la pena en 104 meses, al absolverlo del segundo señalamiento.

El caso

El 23 de julio de 2018, a las 2:00 de la mañana, Juan David Giraldo Noreña, alias Pocholo, llegó en un Chévrolet Sail a la carrera 8, entre calles 25 y 26, de Supía. Un sicario, que consiguió minutos antes, descendió del automotor y le disparó a Diego Aléxander Acevedo Arbeláez, quien estaba con dos personas.

Al parecer, Pocholo tuvo problemas, esa misma noche, con Diego Aléxander y otras personas del municipio y por eso planeó el atentado. “Los disparos pusieron en riesgo la vida del afectado. A Pocholo se le señala como determinador”, expresó la Fiscalía.

El 31 de octubre se solicitó la orden de captura, que se hizo efectiva el 13 de noviembre de ese año. No aceptó cargos. El escrito de acusación se radicó el 17 de enero del 2019. El juicio apenas arrancó en octubre por diversos aplazamientos y una apelación de la defensa del señalado que pedía no incluir a un testigo por su cercanía con el acusado, pero fue resuelta en su contra por el Tribunal Superior.

Pocholo, minero de 28 años, natural de Caramanta (Antioquia), fue condenado por estos hechos. El Juzgado Penal del Circuito de Riosucio le dio 11 años de condena, por los delitos de homicidio simple tentado y porte ilegal de armas de fuego. El abogado apeló porque consideró que su cliente no portaba arma. Le dieron la razón y la pena quedó en 8 años y 6 mes.

 

Sobre el caso de Supía

• *El conductor del carro negó participación en el hecho. Expresó que tomaban licor y como a la 1:00 de la mañana se les acabó, salieron a comprar y en La Playa Pocholo se metió en una pelea y fue agredido. Lo apuñalaron en una mano y en una oreja.
• *Luego Pocholo se fue a buscar a alias Pato Bravo para después atacar a los del problema. Al arribar al frente de la carnicería El Cebú, Pocholo les mostró las personas a Pato Bravo, este se bajó y disparó. Huyeron hacia la vereda El Obispo y allí se bajó el atacante. En el carro iban 3 hombres y una mujer.
• *Videos de zonas aledañas fueron clave para determinar que en ese vehículo iban los agresores. Se nota que primero disparan desde adentro y luego el sicario se baja para seguir dando bala. El herido se pone de pie y sale corriendo.
• *80 días de incapacidad le dieron a la víctima.

En la carrera 8, entre calles 25 y 26, de Supía, fue el ataque. Foto de google maps.

Otro crimen fallido

En otro caso, Juan David Giraldo Noreña por poco acaba la vida de dos mineros de Marmato. Atentó contra ellos, pero la oportuna atención médica le salvó la vida al que resultó herido. La mujer se salvó y salió ilesa del ataque porque el arma se trabó.

Por este doble intento de homicidio, más el porte ilegal de armas de fuego, el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio condenó a 13 años de prisión a Giraldo Noreña. Su defensor apeló y el Tribunal Superior de Manizales confirmó la sentencia.

Los hechos se presentaron el 26 de octubre de 2018, cuando en la zona minera de la vereda Cabras, Mary Luz Orrego Diosa y su compañero sentimental, Yeison Alexis Ospina Rangel, se movilizaban en una motocicleta, siendo interceptados por un hombre que con arma de fuego en mano les apuntó y les disparó.

Los atacados cayeron de la moto en que se movilizaban y mientras la mujer quedó en shock en el suelo, el hombre intentó huir, pero al ver a su pareja caída intentó devolverse por ella. En ese momento recibió dos impactos de bala, uno en el rostro y el otro en la región abdominal. Herido de gravedad corrió con la mujer que resultó ilesa. Las lesiones sufridas por Ospina Rangel comprometieron su vida.

Ambas víctimas, por estar vinculadas con la actividad minera, reconocieron que quien había atentado contra sus vidas era un sujeto que laboraba en otra explotación, conocido con el apodo de Pocholo y/o Juan David.

"Difícilmente la víctima de un atentado tan grave contra la vida, con secuelas permanentes, faltaría a la verdad a la hora de hacer el señalamiento de quien lo quiso matar", anotó el Tribunal al resolver la apelación.

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