LA PATRIA|MANIZALES

En vilo estuvo la carrera de un oficial de la Policía en Caldas, quien fue señalado por una menor, de 15 años, de abusarla sexualmente dentro de una estación del Occidente de Caldas, durante una requisa.

El uniformado terminó judicializado por acceso carnal violento, por hechos del 4 de julio del 2020. La Fiscalía, basada en el relato de la menor, expresó que tras un procedimiento, la adolescente terminó aprehendida con su pareja sentimental y que ambos fueron conducidos a la estación donde, expresó, el oficial le practicó vejámenes sexuales.

La presionó para que los permitiera, a cambio de dejarla ir. Tras el juicio, un juzgado de Anserma dictó esta semana sentido de fallo absolutorio.

No se cumplió el requisito de demostrar la responsabilidad al identificarse múltiples inconsistencias en el relato de la joven, quien no dio las mismas versiones en diferentes escenarios.

"Como lo han dicho los expertos, este es un evento traumático, intenso y emocionalmente complicado, que puede perdurar en la memoria del ser humano durante años. Sin embargo, al escuchar de forma directa su relato, el mismo tuvo cambios significativos y serios, más cuando se compara con las versiones suministradas a los profesionales de la salud, medicina y psicología, quienes también hicieron presencia en el juicio", expresó el fallador.

Al parecer, al médico le informó que la intentaron violar. 24 horas después afirmó que sí había ocurrido. Durante el juicio, en el 2024, agregó nuevos detalles al hecho, como que el señalado le pidió dejarse requisar porque la patrullera designada para eso se demoraba.

Esta premisa quedó desvirtuada con la declaración de la uniformada, quien bajo la gravedad de juramento dijo que para la fecha prestaba apoyo en una subestación de Policía cercana y narró cómo había sido requerida por sus compañeros para que efectuara la requisa a la menor. Viajó y la realizó. El novia de la quinceañera confirmó esto último.

Final

"Esto exhibe cómo el relato de la menor es ajeno a la verdad y se evidencian tergiversaciones en diferentes versiones. El comandante señalado, al saber que los motociclistas eran menores de edad, trató de comunicarse con los papás, pero no contestaron. Por ese llamó al comisario de Familia del municipio, quien no respondió, pero en juicio confirmó la situación. El oficial hizo lo que estaba en sus manos para ese momento y no es raro que haya tenido que increpar a los jóvenes, pues en aquella época los policías tenían órdenes estrictas de vigilar que se cumplieran las medidas de la pandemia".

La sentencia se conocerá el 28 de febrero y ahí se sabrá si el ente acusador apela de la decisión.

La joven y su novio fueron perseguidos por andar en moto durante la pandemia.

La abogada del uniformado fue Érika Lucía Triana Rojas.

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