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El pleito jurídico entre la Industria Licorera de Caldas y Cundinamarca por el Aguardiente Amarillo se prolongará hasta el 2025. La votación en la Corte Constitucional quedó en tablas. ¿Qué sigue en el caso?
LA PATRIA | MANIZALES
La tensión entre Caldas y Cundinamarca por la venta de Aguardiente Amarillo se prolongará, por lo menos, hasta el 2025. La Corte Constitucional sesionó este jueves (5 de diciembre), pero no pudo decidir sobre el pleito jurídico.
El 6 de junio del 2023 nació la discordia entre departamentos. Ese día, Cundinamarca prohibió la comercialización del Amarillo de Manzanares en su jurisdicción.
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Fitch Ratings destacó el esfuerzo de la Industria Licorera de Caldas por diversificar su portafolio de productos y fortalecer sus exportaciones.
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Votación reñida en la Corte Constitucional
Este jueves, la Sala Plena de la Corte Constitucional registró 4 votos a favor de los argumentos de Caldas para permitir la venta del Aguardiente Amarillo en Cundinamarca y 4 votos que respaldaron las razones de este último departamento para prohibir la distribución de ese licor en su territorio.
Tras este empate, el suspenso se prolongará hasta el 2025, cuando los magistrados vuelvan de su receso.
La Corte Constitucional tiene 9 integrantes en su Sala Plena. Sin embargo, la magistrada Cristina Pardo estaba impedida para votar en esta sesión, lo que le abrió las puertas a la votación igualada.
"No es una derrota": reacción del gobernador de Caldas
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Henry Gutiérrez Ángel, gobernador de Caldas.
"Lo que pasó en la Corte Constitucional no es una derrota. Es un empate de 4 votos contra 4. No hemos perdido el partido, estamos esperando el segundo tiempo. Esperemos que el conjuez nos dé la razón. Estamos absolutamente seguros de que legalmente la tenemos. Las leyes comerciales hablan de libre comercio", le comentó a LA PATRIA el gobernador de Caldas, Henry Gutiérrez.
Para el mandatario no tiene sentido que el licor de Manzanares se consiga en España y Estados Unidos, pero no se venda en Antioquia, Valle del Cauca o Cundinamarca. Allí, según él, solo se consigue a precios altos por contrabando o adulteración del producto, "lo que se ha favorecido indirectamente".
"No es lógico que en ciudades grandes como Bogotá, Medellín y Cali una persona consiga tequila, sake, whiskey o ron de cualquier parte del mundo y no pueda comprar Amarillo", agregó.
El gobernador de Caldas calificó la norma que permite prohibir la venta de otros licores como una "gabela legal" y aseguró que el departamento no la usa para prohibir la venta de otros aguardientes o licores anizados en su territorio.
"Esperamos correspondencia y que se impongan el sentido común, la libre empresa y el libre fortalecimiento de las empresas innovadoras que competimos con calidad", concluyó Gutiérrez.
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¿Cómo se desempatará el choque por el Aguardiente Amarillo?
Un conjuez se sumará a los 8 magistrados de la Corte Constitucional que pueden votar para decidir sobre el caso y evitar que se repita un empate. El nuevo integrante tendrá tiempo para estudiar el caso antes de dar su veredicto.
Foto | Tomada del Instagram @aguardienteamarillo | LA PATRIA
La Industria Licorera de Caldas espera fallo de la Corte Constitucional para saber si puede vender Aguardiente Amarillo de Manzanares en Cundinamarca.
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Poder de prohibición, bajo la lupa
La Corte Constitucional evalúa el artículo 28 de la Ley 1816 de 2016. Esa norma permite que los departamentos ejerzan el monopolio de la producción de forma directa o por contrato y los faculta para suspender la expedición de permisos para la introducción de aguardiente, nacional o extranjero, en sus regiones.
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Puertas cerradas para el Amarillo
El 6 de junio del 2023 nació la discordia entre departamentos. Ese día, Cundinamarca prohibió la comercialización de Aguardiente Amarillo en su jurisdicción.
Hasta ese momento, las ventas del licor oriundo de Manzanares (Caldas) estaban en auge. Su popularidad subió como espuma en todas las regiones donde se vende: el Amarillo pasó de vender 400 mil unidades en el 2020 a 7 millones de botellas en el 2023, según la Industria Licorera de Caldas (ILC).
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Contraataque de Caldas y contrapunteo
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La Corte Constitucional estudia la norma que permite a los departamentos prohibir la venta de aguardientes de otras zonas en sus territorios.
Luego de la restricción al Amarillo, Caldas reaccionó con acciones legales contra Cundinamarca por limitar la libertad de consumo.
Cundinamarca le echó más leña al fuego y demandó a la Industria Licorera de Caldas por presunta falsa publicidad. Alegó que, supuestamente, la fábrica caldense inducía al error y engañaba a los consumidores sobre la historia del Aguardiente Amarillo de 24° sin azúcar, su creador, composición y fórmula.
Cundinamarca consideró que el creador del licor manzanareño fue Juan de Dios Echeverry y no Camilo Jiménez. Agregó que se dice que la bebida se creó en 1885, pero el licor fue lanzado al mercado en el 2019. También se quejaron de que la fórmula original y la que se vende actualmente tienen diferentes recetas de elaboración.
La Superintendencia de Industria y Comercio refutó esos argumentos y no concedió las medidas cautelares que pidió Cundinamarca.
Dijo que ninguna de las publicaciones del Amarillo en redes sociales se busca inducir al error. Defendió que el inevitable transcurso del tiempo conlleva a una evolución y ajuste de las exigencias del mercado.
"No se puede pretender que la sociedad que existía hace 130 años y las regulaciones sanitarias y fitosanitarias, así como las de fabricación de productos, sean las mismas; entonces, para el despacho esto no parece corresponder a una actividad engañosa frente al consumidor”, dijo la Súper en el 2023.
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"Vulnera la libre competencia"
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Entre julio del 2023 y julio del 2024, la Industria Licorera de Caldas vendió 15 millones 368 mil 480 unidades reducidas de 750 mililitros. También registró utilidades netas por $17 mil 851 millones 858 mil 334 con corte a julio del 2024, un incremento del 25% frente al mismo período de 2023.
"No solo crea monopolios comerciales inconstitucionales, sino que vulnera la libre competencia y el derecho de los consumidores a elegir", argumentó Diego Angelillis, gerente de la Industria Licorera de Caldas el 7 de diciembre, en audiencia de la Corte Constitucional.
En ese momento, aseveró que la prohibición de Cundinamarca contradice el propósito del monopolio rentístico, que debe generar recursos para fines sociales, no para proteger fábricas a expensas de la industria nacional y los consumidores.
El 67% del territorio colombiano tiene vetada la venta de Amarillo, de acuerdo con el gerente de la Licorera de Caldas.
"Fíjense en la paradoja: la norma para proteger el aguardiente colombiano prohíbe a los colombianos consumirlo en su propio país. Un aguardiente nacido en la cuna de los Andes, en el departamento de Caldas, está desterrado, y se consigue más fácil en Miami o en Madrid", lamentó.
Hasta octubre de este 2024, dijo el gerente, la fábrica de licores caldenses les había pagado a los departamentos de Colombia $572 mil 585 millones en rentas del monopolio, solo en la categoría de aguardientes, destinados a financiar la salud y la educación de los departamentos.
"La actual regulación no solo limita la libertad de las personas, sino que incentiva indirectamente la ilegalidad y el consumo de productos adulterados", comentó en la misma audiencia el gobernador de Caldas, Henry Gutiérrez.
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Receta del Aguardiente Amarillo, repaso histórico
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El Aguardiente Amarillo de la Industria Licorera de Caldas le ganó un pulso legal al Aguardiente Real de la Fábrica de Licores de Antioquia por imitación. Tras eso, los antioqueños diseñaron una nueva botella para su producto el 19 de noviembre del 2024.
El Aguardiente Amarillo es considerado una de las bebidas alcohólicas más icónicas de Colombia por su color y sabor característico.
La historia de este producto insignia de la Industria Licorera de Caldas se remonta a 1885, año en el que la empresa le compró la fórmula secreta a Camilo Jiménez, campesino de Manzanares, quien se dio a conocer por vender una bebida llamativa que distribuía por las calles del lugar y en las poblaciones aledañas a través de barriles que eran transportados por una mula.
La receta de este producto combina la caña gorobeta, el anís sembrado en el cerro Guadalupe y el agua pura del nacimiento del río Santo Domingo. Todo eso para darle un sabor fresco y aromático al que es considerado como ‘el pionero de los aguardientes’.
Detrás del color amarillo también hay una explicación. Al producirse de forma artesanal en el siglo XIX, la bebida no alcanzaba un 100% de pureza a lo largo del proceso y no quedaba transparente.
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