Fotos | Luis Fernando Rodríguez | LA PATRIA
Ahora son habitaciones dignas.
“Aquí tenemos siete apartamentos terminados y adjudicados para una y dos personas y construimos otro para ocho personas”, dijo Adriana María Gómez Toro, representante del Proyecto Gloria Toro.
Habla de la segunda etapa, que se construye en la propiedad de la Sociedad San Vicente de Paúl, donde antes funcionó la escuela Federico Ozanan, en Salamina, Caldas.
Allí se hicieron techos, paredes, alcantarillado, baños, cocinas, cielorrasos y se cambió el piso donde fue necesario, entre otros arreglos.
“Utilizamos los mismos materiales originales. Porque nosotros no podemos tumbar, sino reconstruir. Esto es parte del patrimonio arquitectónico de Salamina y utilizamos la figura de primeros auxilios”, aclaró Gómez Toro.
En la primera etapa del proyecto se reconstruyeron cerca de 25 viviendas y se beneficia a 50 personas. “Allá se hizo un parque. Los miércoles hacemos algos y nos divertimos. Ahora ellos son más solidarios y siento que somos familia”, dijo la representante.
Sobre la benefactora, que vive en los Estados Unidos, comenta: “Mi tía Gloria, antes de cumplir 90 años, me llamó y dijo que quería donar una plata para Salamina y que miráramos donde se podía invertir. Como yo no vivo aquí todo el tiempo, una amiga me sugirió la Sociedad San Vicente de Paúl”.
Además, explica que el propósito en este sitio es edificar otros ocho apartamentos y que el segundo piso de esta construcción seria para un tercer proyecto. “En el primer patio pretendemos hacer un parque infantil y en un pequeño cuarto adyacente una sala de estudio, con mobiliario y computador, y en la parte de atrás, donde estaba la cancha de basquetbol, una huerta. El proyecto Gloria Toro y San Vicente dan bienestar y ayudan a la gente más pobre”, concluyó.
Así se encontraban al inicio las paredes. La propiedad amenaza ruina.
Los acabados brindan seguridad a los beneficiarios.