El Gobierno Petro se ha caracterizado por su impulso de reformar los sectores del país. Ahora el turno es para la cultura, las artes y los saberes.

El 18 de abril pasado, el ministro de Cultura, Juan David Correa, anunció que impulsará cambios en la Ley 397 de 1997 o Ley General de Cultura para Colombia. Asimismo, expresó que el proyecto se radicaría ante el Congreso el 20 de julio, sin embargo, fue hasta el 23 que se conoció el borrador de la reforma.

Allí se menciona que el proyecto no busca sustituir o derogar la Ley, sino fortalecerla. Por lo tanto, Correa asegura que no se afectará ningún incentivo existente.

Su objetivo es "mejorar los instrumentos y regulaciones para seguir avanzando en la dignificación de los artistas, creadores, trabajadores, sabedores y, en general, de los actores de los ecosistemas culturales".

Para cumplirlo, la reforma contempla modificaciones al patrimonio en conceptos y categorías de los Bienes de Interés Cultural (BIC), de las reglas para los derechos de propiedad intelectual y de las normas que establecen sanciones.

También trabaja la forma de entregar los estímulos y agiliza el cómo deben inscribirse los actores y la solicitud de requisitos.

En cuanto a infraestructura se tiene en cuenta apoyar casas de cultura, bibliotecas, museos y los denominados centros de memoria. Y desde el Sistema Nacional de Educación y Formación Artística y Cultural (SINEFAC) se le apuesta a recuperar la formación artística en articulación entre las instituciones de educación y cultura del Estado, una necesidad que la sociedad reclama constantemente, de acuerdo con Paula Londoño Vallejo, secretaria de Cultura de Manizales.

Aportes

La iniciativa del ministro Correa es compartida por la secretaria de Cultura de Caldas, Luz Elena Castaño, a quien le parece importante que la Ley tenga reformas. Ella menciona: "(…) sin desconocer lo que tiene la primera Ley hay que aportar, porque tenemos un relevo generacional en el país".

Además, Castaño destaca la necesidad de conocer y reconocer las tradiciones de las poblaciones que aportan a la consolidación del proyecto, quienes tendrán abierto un espacio participativo hasta el 9 de agosto.

Paula Londoño Vallejo también le dice sí al proyecto de Ley. "Realizar una reforma a una ley en cultura es necesario, pues los cambios económicos y tecnológicos del mundo provocan transformaciones en la sociedad y en los comportamientos de las personas, nosotros no somos ajenos a esta realidad, por lo tanto, la cultura en sus directrices debe replantearse y ser acorde a este tipo de situaciones", expresa la funcionaria.

Más puntos

Londoño resalta de la reforma el apoyo al teatro, la música, lo audiovisual, y los procesos editoriales y de los libros; también la cobertura de la ley 1834 a todos los campos, no solo industrias.

Por otro lado, ubica la mejora a los estímulos generales a emprendimientos y economías populares, y a los sectores de población y comunidades étnicas.

La secretaria de Cultura de Manizales apunta: "La financiación colectiva de proyectos se amplía, por ejemplo, con incentivos a no declarantes de renta que apoyen financiación de proyectos (disminución de retenciones en la fuente)".

Lo que se debe abordar en la Ley General de Cultura

Ivonne Mendoza, gerente del Centro Cultural Banco de la República de Manizales

• Mejorar las competencias de responsabilidades en términos territoriales, que le corresponde a la nación, a los departamentos y a los municipios.
• El sistema de la definición de algunas destinaciones específicas de recursos, como el IVA y la Ley de Espectáculos Públicos.
• La participación ciudadana, que sigue siendo muy frágil en la mayoría del país. Se requiere que la Ley tenga un andamiaje un poco más sólido alrededor de ellos y en general del fortalecimiento, sobre todo de organizaciones que trabajan en los territorios. Una mirada más territorializada y menos centralista.

Luz Elena Castaño, secretaria de Cultura de Caldas

• Es importante que la Ley incluya el tema de las emisoras comunitarias y otras culturas, que no están inmersas dentro de la primera Ley.

Paula Londoño, secretaria de Cultura de Manizales

• Se debe tener en cuenta que se garantice su cumplimiento, que los recursos si se distribuyan de manera equitativa y que lleguen a los lugares donde están las necesidades.
• Que se le pueda apuntar a que los artistas y gestores culturales tengan un trabajo digno y por lo tanto tengan calidad de vida.
• Que a los procesos se les garantice su permanencia en el tiempo y el espacio.
• Que se descentralicen los recursos, que en su mayoría se quedan en la capital del país, cuando las necesidades son en todos los departamentos; esto para todos los programas que el Ministerio tiene.
• Replantear las situaciones de los consejos de áreas artísticas y de cultura, que en teoría tienen un buen planteamiento, pero en su operatividad son muy limitados, ya que tiene poco poder decisorio sobre las políticas públicas nacionales.
• SINEFAC debería ser una directriz del Gobierno nacional, es decir, ser una orden desde el Ministerio de Educación articulado con el Ministerio de Cultura, ya que en esta se contemplan aspectos como las modalidades de la educación artística y cultural en el desarrollo y la elaboración coordinada de políticas, planes, programas y proyectos.

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