Luis Fernando Montoya no se pierde puntada del Once Caldas. El técnico que le dio la Liga del 2003 y la Copa Libertadores del 2004 al Blanco dijo ayer desde su residencia en Caldas (Antioquia) que es el momento de arropar al equipo para sacarlo de la situación deportiva que vive.

"El dirigente, el técnico, el jugador, el periodista, el aficionado saben que hay cosas para mejorar y se mejorará. A mí lo del descenso no me preocupa, no lo veo allá. Pero sí es bueno aportar soluciones más que criticar".

Habló de la llegada de los técnicos Pedro Sarmiento y Hernán Darío Herrera: "Estaba intranquilo, pero ahora, por lo que hablo con Hernán y lo que escuchó de Pedro, los noto optimistas y eso da tranquilidad porque son dos técnicos capaces".

"No le echamos candela a lo que pasa, eso no está bien. Aportemos".

El profe, que hoy se recupera del ataque del que fue objeto hace 18 años, cuando lo asaltaron en su casa en Caldas (Antioquia) y lo dejaron cuadripléjico, indicó que quiere ver este sábado el Palogrande lleno y apoyando. El Blanco recibe a las 2:00 p.m. al Unión Magdalena.

"Me gustaría ver el estadio lleno y alentando desde del minuto cero. Los que queremos al Once Caldas, lo queremos en las primeras posiciones. Que el dirigente, el jugador y el técnico se den cuenta de eso para que haya mayor responsabilidad".

Recordó dos frases de apoyo desde la tribuna: "Recuerdo que a Henao le gritaban Henao...Henao...Henao cuando iba a tapar penales, y a mí, con el "Aguante Montoya...aguante Montoya".

El profe dijo que el cambio debe partir desde el mismo Club y que confía en que se haga de la mano de Pedro Sarmiento y Hernán Darío Herrera.

Contó que, como católico, vive la Semana Santa con intensidad: "José Fernando (hijo) está fuera del país, estudiando, entonces hablo mucho con Adriana (esposa) y aunque no participo en las procesiones, sí voy a la iglesia".