LA PATRIA | MANIZALES

17 de las cooperativas de caficultores. El ciento por ciento de las que estaban afectadas por las viejas deudas contraídas en los contratos de ventas a futuro lograron finalmente un acuerdo con la Federación de Cafeteros.

Así lo confirmó el gremio, al destacar el acuerdo del llamado Plan de Acción Solidario (PAS), que les permitirá iniciar una fase financiera saludable, luego de aceptar el pago de los 32,7 millones de kilos al Fondo Nacional del Café.

El acuerdo permitió que la Federacafé respaldara financieramente esas operaciones, dándoles unos plazos en el mediano y largo plazo para que paguen ese grano, cuyo valor se se estimó en unos $320 mil millones.

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Respaldo cafetero

"Las hemos respaldado y a su vez aseguramos la Garantía de Compra, bien público que se ha prestado desde 1959. Con esto queda demostrada una vez más la capacidad de gestión que tiene la Federación de Cafeteros como administrador del Fondo Nacional del Café", destacó el gerente de la Federacafé, Germán Bahamón Jaramillo.

Ahora la tarea se centra en que los cafeteros con entregas pendientes se acerquen a las cooperativas y tramiten también sus compromisos pendientes de pago.

Para recordar

El Plan de Acción Solidario fue creado por la Federacafé el 12 de febrero para proteger la garantía de compra tras los retrasos de algunas cooperativas para entregar el café que debieron hacer desde el año 2021, bajo el acuerdo de futuros.

La cifra

32 millones 732 mil 261 kilos, el total del café que adeudaban las 17 cooperativas de caficultores. En el listado se incluían las de Manizales y Anserma. La última en ingresar fue la del Huila, Cadifihuila.

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La deuda

La vieja deuda proviene de las ventas a futuro o contratos con los cuales los cultivadores se comprometieron para entregar su grano a un precio que se pactó en Bolsa en su momento. Eso considerando que tendrían un mejor ingreso del que se ofrecía en el mercado directo en los diferentes puntos de compra del país.

Pese a ello, ante el repunte de precios que se presentó en los últimos años, muchos cultivadores se dejaron tentar por los nuevos valores, incluso superando los que habían negociado en Bolsa.

Por ello, prefirieron recolectar su cosecha y venderla en físico o directamente, y no cumplir con estos acuerdos que habían definido en la Bolsa. El problema también se debió a las bajas cosechas de ese momento que los pusieron en aprietos para honrar su palabra.

Como si fuera poco, varias cooperativas también optaron por hacer sus fijaciones propias de precios o sus propias ventas a futuro, previendo que el valor del café en el mercado diario se empezaría a descolgar. Eso conllevó a que del total comprometido que hoy se calcula con el FNC es que cerca del 50% fueron posiciones propias.

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