Foto I Cortesía Jaiver Nieto Álvarez para LA PATRIA  Los estudiantes de comunidades indígenas efectúan visitas al Parque Arqueológico San Agustín, ubicado en el Sur del Huila, donde aprenden sobre su cultura.

Foto I Cortesía Jaiver Nieto Álvarez para LA PATRIA

Los estudiantes de comunidades indígenas efectúan visitas al Parque Arqueológico San Agustín, ubicado en el Sur del Huila, donde aprenden sobre su cultura.

LA PATRIA I Manizales

 

Las sensaciones son por un presente y un pasado muy remoto. 20 de septiembre del 2024: Seguimos los pasos de la guía turística Karen Ordoñez, de los docentes Jhon Camayo y Yazmín Galindez, de las estudiantes Talia, Laura y Luisa y de la madre Ruby Quiñayez. Año 3000 a.c.: Grupos de 15 a 20 personas, cazadores y recolectores nómadas, pisaron estos mismos parajes del Macizo Colombiano.

Son los caminos del Parque Arqueológico San Agustín, en el sur del Huila. En las voces de los habitantes actuales y de las reseñas en libros y otras fuentes, se reconoce la existencia de una cultura, que desapareció antes de la llegada de la Conquista Española en el siglo XVI.

La profesora Yazmín pasa con sus alumnos, de la Institución Etnoeducativa Yachay Wasi Runa Yanakuna, por el frente de la escultura gigante y en piedra de un águila, cuyas manos de hombre agarran una serpiente.

Por el lugar también va Karen Ordóñez, quien orienta a un grupo de turistas. Con ellas avanza esta clase en vivo de la prehistoria de Colombia, basada en figuras gigantes sembradas en los entornos donde nacen el Magdalena, Cauca, Caquetá, Putumayo y Patía, ríos que atrajeron la cultura San Agustín.

 

Al aire libre

Yazmín y Karen tienen un aula gigante y natural a su disposición. La primera, maestra y comunera de la comunidad de Guacacayo, enseña en un colegio donde estudian 196 niños y adolescentes de preescolar a once. "Somos afortunados de vivir aquí. Este es un espacio de poder, donde logramos la conexión espiritual con nuestros antepasados y con la madre tierra".

Karen nació en el municipio de San Agustín. Es guía de turismo. Señala a un chamán, esculpido en roca, con un collar, cráneo animal y máscara con colmillos de serpientes. "Combinaciones de rasgos de personas con animales sagrados, además de plantas, nos muestran la profunda relación que tenían nuestros ancestros con el entorno y el sitio donde vivían", indica.

El Parque Arqueológico fue creado en 1935 sobre 78 hectáreas, que en otro tiempo pertenecieron a campesinos. Se calcula que son cerca de 500 esculturas en el Macizo Colombiano y que tal vez aún quedan muchas bajo tierra.

La profe Yazmín pone sobre la mesa la visión educativa para la comunidad indígena Yakakuna. Explica que la malla curricular, que ellos llaman el Caminar de la vida, es acorde con el plan de vivencias con los pilares político, económico, social, cultural, ambiental y de relaciones internas y externas.

¿Cómo es en la práctica en el aula de clase? "En el económico tenemos la etnomatemáticas. Más que las matemáticas son las economías propias, la productividad de la tierra y de la naturaleza. Y no es solo como aprovechamos, sino también cómo le retribuimos a la madre tierra".

La grandeza de San Agustín también se mide en metros y toneladas. Hay tumbas, algunas revestidas con lajas y con sarcófagos monolíticos cubiertas con montículos artificiales de hasta 30 m. de diámetro y 5 m. de altura. Así mismo, estatuas de 4 m. y varias toneladas de peso.

 

En la ruta

Los visitantes siguen el itinerario de la mano de Karen. Se acercan a las tumbas. "Estas que no son con montículos corresponden a personas del común. Las monticulares son muy monumentales con esculturas, más grandes y muchas ofrendas para personajes más importantes".

El docente Yhon Camayo también está con sus alumnos en el Parque. "Claro", dice cuando se le pregunta si transversalizan las materias con este patrimonio histórico y cultural de la humanidad, declarado así en 1995 por la Unesco, y a la vez considerado como la más grande necrópolis de América.

Comenta: "La clase de español, por ejemplo, la asociamos con mitos y leyendas aprendidos de nuestros ancestros. El número de esculturas, visitantes y otras las vinculamos con matemáticas. El colegio tiene el grupo Amigos del Turismo, que gira entorno a nuestra riqueza natural".

Otra maravilla de los agustinianos es la fuente de ceremonias religiosas y baños rituales Lavapatas. Karen, ante los sorprendidos turistas y desde un puente de madera, reseña que los indígenas elaboraron un complejo laberinto de canales y figuras talladas.

Talia, Laura y Luisa son alumnas del colegio ubicado en San Agustín avanzan por un puente cercano del caño. "Aquí aprendemos mucho de nuestra historia", expresa la primera. "Son historias que compartimos en el colegio con los profesores y compañeros", complementa la segunda. "Es un lugar sagrado para todos", concluye la tercera.

 

De maíz

Retomamos la palabra de la guía Karen, justo a un costado de una roca triangular, que evoca una semilla de maíz con ojos, nariz humana y dientes de fieras. Antes, una niña les comenta a dos compañeras: "Dizque si arrancan ese maíz, este Parque se parte en dos".

Para Karen significa algo clave en el origen de los pueblos en San Agustín. "Fue el cultivo que primero y mejor se desarrolló en esta zona. Eso hizo que se asentaran en este lugar".

Ruby Quiñayez es madre y familiar de niños y jóvenes que acuden a instituciones educativas del lugar. Con otras tres señoras comparte cerca de la imagen de un hombre, que llama la atención, pues su cabellera es un arco iris. Karen describe un significado: "Es esa relación de unión con tres elementos: cielo, tierra e inframundo"·

 

Ruby expone: "Para nosotros es muy importante que en el colegio y aquí los hijos aprendan de nuestra cultura, de nuestros sitios sagrados, de nuestras relaciones con nuestros mayores y nuestros antepasados".

 

Los turistas y los estudiantes pasan la mañana y parte de la tarde observando y escuchando los relatos y explicaciones de una civilización que existió en el año 3.300 a.c.

 

La profesora Yazmín finaliza con unas frases:

 

- "Nuestra educación tiene una manera crítica y reflexiva, en la que le damos más importancia a nuestra historia".

 

- "Resaltamos toda esa sabiduría y riqueza que tenemos, nuestros mayores, la madre tierra y la cultura, que de pronto no se vieron representados en los libros".

 

- "No vemos como que los españoles fueron nuestros salvadores, sino que al contrario fuimos muy ricos, muy sabios lo tuvimos todo. No lo vemos como una riqueza económica, sino como esto tan bonito. Hay cosas que se exterminaron, pero que aún tenemos por reivindicar y proteger".

 

Nota: El periodista viajó invitado por Procolombia, con el plan Viaje Mágico por el Macizo Colombiano, una de las seiss regiones turísticas de Colombia, el país de la belleza.

 

Temas Destacados (etiquetas)