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La granja Tesorito, en donde funciona la planta de procesos de agroindustria y una unidad de compostaje.
LA PATRIA | MANIZALES
De 1.050 universidades, la Universidad de Caldas ocupó el puesto número siete a nivel nacional y el 75 en el ámbito internacional en el ranking UI GreenMetric. Este ranking pretende llamar la atención de los líderes universitarios para que trabajen por la lucha contra el cambio climático global, la conservación de energía y agua, el reciclaje de desechos y el transporte ecológico.
Para llegar a este punto, la U. de Caldas creó hace cerca de 15 años, desde la Vicerrectoría Administrativa, un programa institucional con el fin de generar cultura en la comunidad académica frente a la selección de basuras en La Fuente.
La Vicerrectora Administrativa, Paula Andrea Chica Cortés, explica que se hizo el compromiso de incorporar la dimensión ambiental en sus procesos misionales y administrativos en cabeza de la líder del grupo interno de trabajo de Gestión Ambiental, Lina María Giraldo Ríos.
Hoy este proyecto, el cual los ha hecho merecedores del reconocimiento, funciona como un centro de desarrollo tecnológico en donde opera la planta de procesos de agroindustria y una unidad de compostaje.
¿Cómo funciona?
Sandra Montoya, vicerrectora de Proyección, cuenta: “La unidad está articulada con el Programa de Gestión Ambiental de la Universidad, y en esa unidad nosotros procesamos los residuos de los restaurantes y las cafeterías de los diferentes campus de la Universidad. Lo mismo hacemos con el pasto y la hojarasca en la granja Tesorito donde está ubicada la planta de procesos y la unidad de compostaje”.
Gracias a esta iniciativa, la institución produce abonos orgánicos y se trabajan líneas de investigación en tesis de maestría y doctorado que permiten perfeccionar la técnica y ser pionera a nivel nacional en aprovechamiento y tratamiento de residuos orgánicos domésticos.
Prácticas
Otra de las apuestas de la U. de Caldas para luchar contra el cambio climático es emprender en el camino de las energías renovables. “Esperamos perfeccionar mucho más este año, entonces, el trabajo con energías renovables se enfoca en buscar alternativas para la producción de energía utilizando, por ejemplo, energía solar y también biocombustibles”, precisa la vicerrectora Montoya.
Por ende, el centro educativo se ha esforzado en cambiar todas sus luminarias por iluminación LED, que es la más ecológica del momento. A lo anterior se le suma el fomento del uso de la bicicleta, la articulación con los recicladores y el aprovechamiento de los residuos.
Chica asegura que este logro se debe a diversos factores como la implementación de la política ambiental, pero también “a la articulación con entidades como Chec Grupo EPM, que buscan mayor eficiencia en el consumo de recursos”.
Impacto
“Los jóvenes entre los 17 y los 25 años son una población que requiere impactos importantes de manera que sean ejemplarizantes, y lo que nosotros estamos buscando es que ellos con el ejemplo se den cuenta de la importancia que tiene cualquier actividad individual que hagamos, porque finalmente el problema que nosotros estamos atravesando en términos de cambio climático y residuos es una problemática muy grande, y es responsabilidad de cada uno de nosotros”, relata Sandra Montoya.
Además, Sandra explica que esto se debe a que cada individuo debe ser racional con el consumo en términos globales (ropa, zapatos, tecnología, alimentos).
Recomendaciones
Sandra Montoya, vicerrectora de Proyección hace algunas recomendaciones:
- “Trabajar en sintonía con la comunidad en general (estamentos, egresados, estudiantes, profesionales y administrativos)”.
- “Trabajar en sincronía en generación de residuos, alternativas de aprovechamiento y alternativas de tratamiento, pero que sean tangibles y que se puedan aplicar directamente en cada institución, de manera que eso contribuya con por lo menos la adaptación y mitigación al cambio climático y el favorecimiento a la educación de las personas”.
¿Quiénes lideran el proceso?
En el centro de desarrollo tecnológico trabajan las cuatro vicerrectorías de la Universidad de Caldas y la oficina de Gestión Ambiental, que es la encargada de velar por el tratamiento de las aguas residuales de todos los campus, incluyendo las granjas.
Avance
En el 2021 la Universidad de Caldas ocupó el puesto 77 dentro de 956 universidades medidas en el ranking. En el 2022 la institución subió dos puntos y ocupa la posición 75 de 1.050 participantes, demostrando un importante progreso en el ámbito ambiental.