El cambio del modelo de financiamiento de las universidades públicas de Colombia en 1993 hoy le pasa factura a la Universidad de Antioquia (Udea). En la actualidad tiene un déficit aproximado de $138 mil millones.

El método se estipuló mediante el artículo 86 de la Ley 30 de 1992, que indica que las transferencias de la Nación y de las entidades territoriales crecerían con el IPC. Desde entonces la comunidad educativa habla de una crisis económica.

Jorge Eduardo Suárez Gómez, profesor de la Facultad Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia, manifiesta a través de una columna de opinión publicada en la plataforma de la Udea, que la demora de unos días para el pago del salario no se presentaban desde hace aproximadamente 50 años.

“Esa puntualidad la podemos atestiguar quienes llevamos al menos una década como profesores. En 12 años nunca se atrasó ni un solo día, lo que pasó un par de veces a mediados del año 2024. Lo que puede ser normal —aunque no deseable— en muchas instituciones públicas y privadas, en la Universidad de Antioquia se convirtió en ‘crisis’”, señala el profesor.

Alerta de cierre en la Udea

La situación, sumada a manifestaciones y protestas de los estudiantes, ha despertado alerta de cierre. Sin embargo, el rector de la Institución, John Jairo Arboleda Céspedes, aseguró que no están en riesgo de cierre.

“La Alma Máter se mantiene abierta y cumpliendo sus ejes misionales para servirle a la sociedad y de paso desmiente rumores que de tanto en tanto aparecen y hacen daño al bienestar institucional”, señaló el directivo, quien anotó que, gracias al plan de austeridad, aplicado en los últimos meses, habrá un ajuste de 17 mil millones de pesos para este mes.

Respaldo de la Universidad Nacional

En este sentido, el pasado 29 de noviembre, Leopoldo Múnera, rector de la Universidad Nacional de Colombia, expresó a través de su cuenta de X un respaldo y apoyo desde los recursos de mediación y soporte en distintos escenarios sociales.

“El conocimiento producido por la Universidad de Antioquia, así como la institución misma, constituyen un bien común para toda la región y el país; su estabilidad y viabilidad financiera debe prevalecer por encima de los conflictos entre los poderes estatales”, apuntó Múnera.

Por lo tanto, dejó en claro su voluntad y la de la vicerrectora de la sede de Medellín, Laura Moisá, para trabajar en forma conjunta con el objetivo de fortalecer las funciones misionales de las dos instituciones.

“Aunque la aguda crisis presupuestal afecta a todas las universidades públicas del país, la situación actual de la Universidad de Antioquia es una oportunidad para superarla, y crear nuevas fortalezas interinstitucionales, resultantes del apoyo mutuo, que nos permitan materializar el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad en Colombia”, concluyó el rector de la U. Nacional.

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