El cambio de modelo de salud de los docentes, implementado por el Gobierno Nacional desde el primero de mayo de 2024, ha traumatizado los servicios que antes funcionaban con normalidad. Los argumentos del Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, se basaban en la eliminación de intermediarios y en obtener un servicio “con humanidad”.

Daniela Andrade, vicepresidenta (e) del FOMAG, aseguraba que “en este modelo prima el principio de la progresividad. Seguiremos incluyendo nuevos prestadores de salud en todo el país para garantizar no solo la continuidad en la prestación del servicio, sino una atención integral y de calidad para los docentes y sus familias”.

Sin embargo, casi tres meses después, siguen presentándose inconvenientes. En Antioquia, hospitales públicos emitieron un ultimátum para que el FOMAG se pusiera al día con los pagos hasta el 1 de agosto; de incumplirse esto, dejarían de atender a los docentes.

En Risaralda, la Asociación de Instituciones de Salud de Risaralda (AiSalud) ha encendido las alarmas debido al incumplimiento reiterado del FOMAG en sus obligaciones con la red prestadora en el departamento. 

Según lo informado por los gerentes agremiados en AiSalud, el FOMAG tiene hasta el 2 de agosto para ponerse al día con los pagos correspondientes a los servicios prestados a docentes desde abril. Las facturas debían haber sido canceladas en un 85% a los cinco días de su presentación, situación que, después de tres meses, no ha ocurrido.

A pesar de haber radicado las facturas de abril, mayo y junio, la entidad aún no ha cumplido con sus compromisos financieros y la semana pasada envió glosas, es decir, objeciones del 100% de las cuentas, argumentando la ausencia de contratos.

Además, AiSalud denuncia que el FOMAG ha incumplido las tarifas establecidas por los hospitales. Solicitaron rebajas en las tarifas después de prestar los servicios según la Circular 002, y tras haber sido aceptadas las tarifas institucionales presentadas.

En el caso específico de la ESE Salud Pereira, se ha evidenciado una reducción significativa en la cantidad de usuarios asignados. Inicialmente, se estableció una asignación de 5,000 docentes, pero la semana pasada la población se redujo a 3,000 usuarios, generando incertidumbre sobre la sostenibilidad de los servicios y la credibilidad de los acuerdos con FOMAG.

Los gerentes agremiados en AiSalud han expresado su profunda preocupación por las dificultades que enfrenta la red hospitalaria para saldar sus deudas y la falta de contratación formal por parte del FOMAG. Advirtieron que, de no solucionarse esta problemática, se verán obligados a suspender la atención a los docentes, afectando gravemente la salud de miles de educadores y sus familias.

Los prestadores solicitan:

• Pago inmediato de las facturas radicadas.
• Respeto a las tarifas establecidas.
• Legalización de contratos.
• Cancelación de las facturas por la entrega de medicamentos.

AiSalud hace un llamado urgente al FOMAG para que priorice el pago de sus obligaciones y establezca mecanismos de contratación que garanticen la continuidad de los servicios ambulatorios de la red pública hospitalaria de Risaralda. Asimismo, la asociación propone priorizar la contratación directa con los hospitales públicos, evitando la intermediación de empresas externas.

Olga Lucía Zuluaga Rodríguez, directora ejecutiva de la Asociación de Instituciones de Salud, afirmó que "esta situación es insostenible a pesar de encontrar toda la disposición de los hospitales para garantizar los servicios y construir una atención en redes. El comportamiento de FOMAG pone en riesgo la continuidad en la prestación de los servicios de salud de miles de docentes en Risaralda. Solicitamos que FOMAG cumpla con sus compromisos y garantice la prestación de servicios de calidad a todos los afiliados".

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