Mónica Correa

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Mónica María Correa Gómez empezó a estudiar música desde pequeña. Fue la encargada de que en el plan de estudios del Programa de Licenciatura en Música se incluyera el bajo eléctrico para poder explorar y estudiar cómo era la cumbia o un currulao y así sentir el país. En la imagen, rodeada de niños de Buenaventura con los que trabaja.

LA PATRIA | MANIZALES

La música fue el instrumento con el que Mónica María Correa Gómez, de 53 años, llegó hace 21 años a cautivar a la población más vulnerable de Buenaventura (Valle del Cauca). Fue en ese territorio en el que esta manizaleña se conectó con las músicas tradicionales y vio en ellas una herramienta de reparación social dándole vida a Pacificarte, una fundación con la que ha impactado a mil 200 niños del Pacífico Colombiano, desde su creación en 2005.

Allí también se relacionó con la marimba y con Baudilio Cuama, uno de los marimberos más importantes del país que incluso fue homenajeado por el Festival Petronio Álvarez. “Cuando llegué vi que no era solo enseñar música, que se podía tejer el bienestar de esos seres con los que me relacionaba a diario. Embarazada de mi hijo, que ahora tiene 21 años, empecé a enseñar música a niños gratis mientras nacía mi hijo y conseguía empleo. Di con Las Hermanas de la Caridad de Calcuta que tenían 12 niños y me enamoré desde el primer momento de su fuerza rítmica”, expresó la Licenciada en Música de la Universidad de Caldas.

Experiencia en Lleras

En el barrio Lleras de Buenaventura, un lugar estigmatizado por los enfrentamientos armados y por gente supuestamente violenta, empezó su trabajo y se topó con la pobreza. Según Mónica, era un pedazo de África en América. “Trabajé mucho en ese barrio. De hecho la Fundación Batuta me buscó para contratarme y les dije que si no era en Lleras no me interesaba, acogieron la propuesta y fue un éxito nacional. Sin embargo, Batuta no era mi lugar al no poder ser más profunda en temas de la marimba y del Pacífico. Así nace Pacificarte”.

En ese tránsito por Lleras aprendió que la música tenía una función social algo que en la universidad no le enseñaron. “Esa función social servía para ser tejido social porque cuando un niño que no come y que tiene hambre se encuentra con un tambor, se desquita con él y sale un resultado sonoro que a él mismo le parecerá agradable. Ahí comprendí que la música podía recomponer a los niños y las familias los miraban con otros ojos al verlos cantar o tocar marimba”.

Más música menos violencia

Para entender más cómo ayudar desde la música a la gente se especializó en Desarrollo Comunitario en la Universidad del Valle e hizo una maestría en Gobierno y Políticas Públicas. Los 12 niños que tenía en Lleras se convirtieron en 300 y al explorar la zona rural comprendió que la gente no concebía la cultura como solo arte, sino que la relacionaba con la vida misma, con su andar, con su sentir, con la forma de adorar sus dioses y con la espiritualidad.

Es así que con Pacificarte profundiza en estos temas y ayuda a que los talentos de la región sean visibilizados e incluso participen en concursos. Una de sus pupilas es Diana Camila Estupiñán, ganadora de la reciente temporada del programa de canto La Voz Kids.  

“Pacificarte la acompañó a pulir su voz, a inculcarle lo propio, el Pacífico, a recordarle quién era su abuela, cómo eran esas formas de vida con la música tradicional y a ir contando que es un territorio donde hay talento, pero al que le faltan oportunidades”, comentó

Según Mónica, una vez Diana quedó seleccionada, Caracol los visitó y quedó convencido de que el Pacífico tiene mucho que contarle a Colombia y al mundo tanto de su música como de esa relación con las personas con el territorio, con el medioambiente, con la violencia… “Diana no hablaba mucho porque los niños en Buenaventura no pueden hablar. Ellos tienen una relación diaria con la violencia, ven gente armada, escuchan que mataron a fulano, que desaparecieron a sultano y han aprendido a no hablar porque hablar les cuesta la vida. Eso ha hecho que los niños en Buenaventura no sean fluidos para hablar a raíz de una falla estructural en la educación que aquí es honda. La gente es inteligente, los niños son unas “abejas”, pero el sistema educativo no los inspira para que sean amantes del conocimiento y los hace aburrir de las aulas. Por esas fallas hay maestros cansados y nos toca lidiar con la violencia de unos cuantos que tienen armas y son más fuertes”.

La fundación

Por falta de recursos, Pacificarte actualmente cuenta con 140 niños y adolescentes. De ellos 60 integran el sistema de protección del ICBF para sustituir los derechos vulnerados por el Estado o sus familias. Asimismo, tienen dos financiadores (ICBF y BNP Paribas, de Francia) y manejan tres líneas de acción:

  1. Restitución de derechos a través de las músicas tradicionales. “En Buenaventura muchos niños han perdido uno o más derechos como ir al colegio, estar en el régimen de salud o no contar con alguien que los lleve al médico. Desde la música les recordamos de dónde vienen para que construyan un para dónde van. Fortalecemos el pensamiento crítico utilizando un vehículo que se llama músicas tradicionales o propias".
  2. Acompañamiento al proyecto de vida. “Muchos de estos niños requieren cualificarse, pero no hay universidad, entonces tenemos la carrera Técnica Laboral en Música que ha formado alrededor de 80 personas que son reconocidos en el territorio y que llevan el arte de la marimba a otras partes. Hoy hay 14 estudiantes becados que aprenden virtualmente con profesores de la Universidad de Caldas y Bellas Artes de Cali. Están ubicados en Buenaventura, Tumaco y López de Micay”.
  3. Emprendimiento y circulación. “Los acompañamos con emprendimientos y tenemos un santuario a la marimba donde protegemos las materias primas que dan origen a las músicas. Asimismo, los damos a conocer”.

11 personas trabajan en Pacificarte. No obstante, requieren de más maestros que ayuden a complementar conocimientos para generar más oportunidades a la población. Los interesados en apoyar con su profesión o con aportes económicos pueden contactarse al 3178355449, a las redes sociales de Facebook (pacificarte) e Instagram (pacificartepacifico) o por la página web www.pacificarte.org

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