Foto | Lector | LA PATRIA José Raúl Cárdenas Díaz

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José Raúl Cárdenas Díaz

El 24 de enero a sus 98 años se despidió de la vida terrenal el educador caldense José Raúl Cárdenas Díaz. Su pascua es celebrada por su amigo, el sacerdote Gustavo Valencia Franco, con una misa de cenizas en el Templo Nuestra Señora de Fátima, en Pereira.
Con su frase preferida, del educador brasileño Rubem Alves “Enseñar es un ejercicio de inmortalidad”, murió festejando el Día de la Educación Internacional. Nació el 20 de septiembre de 1925 en Salamina (Caldas) y dedicó su vida a la docencia durante 33 años consecutivos. Fue Supervisor de educación en el Gran Caldas y construyó una familia con su esposa, Esther Magola Uribe Uribe, oriunda de Quinchía (Risaralda), y sus hijos, Socorro, Jaime (presidente y director general de Unitécnica), Nilson y John Jairo, quien le dieron la dicha de ser abuelo de Alfredo, Melissa, Mateo, Juan Sebastián y Valeria. José Raúl fue especialista en educación escolar, guía ejemplar para innumerables niños y jóvenes en el Gran Caldas y con férrea convicción religiosa aplicó el pragmatismo de valores supremos con honestidad, respeto, filantropía e integridad. Por más de tres décadas ejerció como supervisor de educación recorriendo varias instituciones del Eje Cafetero y destacándose como rector en varias de ellas como la Normal Nuestra Señora de la Candelaria en Marquetalia (Caldas). Vivió la mayor parte de su tiempo en Manizales y estuvo sus últimos años acompañado de sus seres queridos en un paraje campestre de Viterbo.
Por Rubén Darío Franco Narváez