El carro incinerado.

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El carro incinerado.

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LA PATRIA | MANIZALES

"Grave que personas que deben proteger la libertad de las personas (Gaula) tengan vínculos con Cordillera (banda delincuencial de Pereira) y digan que no sabían que era un secuestro, que fueron asaltados en su buena fe. Todo mundo sabía lo ocurrido, menos ellos": fiscal Sandra Milena Urrea Orlas.

Han pasado 12 años, 5 meses y 22 días desde la trágica muerte del comerciante José Arley Sánchez Carvajal, a quien integrantes del Gaula Caldas y Risaralda sacaron con engaños del restaurante La Clave del Mar, del barrio Palermo de Manizales. Posteriormente se reportó un vehículo incinerado en la vereda Las Palomas, de Palestina, con un cuerpo irreconocible en el baúl. Luego se determinó que se trataba de Sánchez Carvajal.

Ya hay cuatro condenados y otros cuatro uniformados en juicio: los oficiales Martha Emilia Gañán Rojas y Dillman Augusto Carrillo Cáceres, excomandantes del Gaula Caldas y Risaralda; y los uniformados Juan Carlos Uribe Cardona y Jorge Iván Ladino Montoya.

Para ellos, la fiscal Urrea Orlas pidió esta semana sentido de fallo condenatorio ante el Juzgado Primero del Circuito Especializado de Manizales, en los alegatos de conclusión del juicio oral. El representante de víctimas acompañó esa solicitud y la otra semana se pronunciarán Ministerio Público y abogados de los imputados. Luego el juzgador dará su veredicto. A continuación un resumen del proceso.

Lo que pidió la fiscal

  • Para Jorge Iván Ladino Montoya, condena por secuestro extorsivo agravado y homicidio agravado.
  • Juan Carlos Uribe Cardona, sentencia por favorecimiento.
  • A los oficiales Martha Emilia Gañán Rojas y Dillman Augusto Carrillo Cáceres, condena por homicidio agravado y secuestro extorsivo.

Minuto a minuto

  • El 8 de enero de 2011, a las 3:20 de la tarde, en el restaurante La Clave del Mar, en Palermo, José Arley Sánchez Carvajal, de 38 años, natural de Marsella, departía con otras personas. Cuando salió del lugar, unos hombres lo retuvieron y le aplicaron 17 descargas con una pistola taser (tábano eléctrico de defensa personal).
  • Aún convulsionando, lo subieron a un Aveo, con placas de Chía. Se identificaron como del Gaula e indicaron que era una detención con orden de captura.
  • Muchos testigos vieron lo que pasó. Uno acudió al CAI del barrio y otro llamó al 165. Les sorprendió la agresividad con que lo detuvieron. Al secuestrado, en el camino, lo cambiaron a otro carro.

  • A las 11:20 de la noche de ese día se reportó el incendio de un vehículo en la vereda Las Palomas, de Palestina. Ardía más en la parte trasera, donde los socorristas encontraron un cuerpo calcinado y mutilado (sin brazos, ni piernas). Luego se estableció que se trataba del plagiado, quien estuvo detenido unas ocho horas. Se debió acudir a la carta dental para su plena identificación.

  • Al día siguiente la compañera sentimental de la víctima recibió llamadas extorsivas. Le pedían $80 millones por su pareja. Luego, terceros ocuparon sus bienes. "Es claro que se trató de cobros de cuentas por narcotráfico", sentenció el ente acusador.

  • La hoy teniente coronel Martha Emilia Gañán Rojas habría acudido posteriormente al lugar del secuestro en el barrio Palermo, en un Aveo, que testigos, sorprendidos, indicaron que era igual al carro en que se llevaron al hombre. Lo único diferente era el último número de la placa. "Se cambió el 2 por el 1".
  • Al parecer, la oficial no rindió informe a la fiscal de lo sucedido, se demoró para hacerlo. Y cuando la entregó, era errada. Dio diferentes versiones de los hechos, contó el ente acusador.
  • Según la Fiscalía, los victimarios obligaron al comerciante a firmar escrituras y documentos en los que traspasaba varios de sus bienes a terceras personas.
  • Durante la investigación se dijo que el vehículo utilizado para el secuestro era del entonces comandante del Gaula Risaralda, Dillman Augusto Carrillo Cáceres.

En voz del acusador en juicio

  • "Los cuatro en juicio son responsables por testimonios de personas ya condenadas por este caso, cuyos dichos generan credibilidad absoluta".
  • "De acuerdo a las evidencias recuperadas, la oficial Gañán Rojas habría desviado, desde el principio, el curso de las indagaciones y al parecer en el informe en el que reportaba las acciones realizadas por su unidad sobre el secuestro del comerciante omitió detalles que entregaron varios testigos y que involucraban a funcionarios del Gaula y a un vehículo que pertenecía a la institución".
  • "La comandante del Gaula estaba en el deber jurídico de impedir que la víctima siguiera detenida, pero no lo hizo. Actuó tarde, cuando los captores se lo habían entregado a otro grupo. Era su deber actuar, pues pertenecía a un grupo que debe propender por la defensa de la libertad de las personas. No aplicó su superioridad jerárquica".
  • "La relación entre el crimen y la excomandante del Gaula en Caldas fue establecida por la omisión en las investigaciones y llamadas telefónicas entre los procesados, también vinculados con estos hechos. De la misma manera la confesión de sentenciados por el caso, ya que uno de ellos describió en detalle el papel de la uniformada".
  • "Ella le reclamó a Dillman en Chinchiná, pero ya le habían entregado la persona a la organización delictiva Cordillera. Además, tenía un conflicto por su larga amistad con su homólogo de Risaralda y porque la esposa de Dillman era su secretaria".
  • Dos intendentes, Francisco Javier Hidalgo Quintero y Adalberto Zuluaga de los Ríos, se reunieron minutos antes del secuestro del comerciante con quienes fueron los captores y además hay elementos probatorios que también los señalan de cambiar las placas del carro en que se llevaron a la víctima".
  • El oficial Dillman Augusto mintió para salir de Pereira a Manizales rumbo al secuestro. Dijo que iba para planear con Tránsito un evento de la Suzuki en el Eje Cafetero. Posteriormente el comandante de ese organismo indicó que no habían programado tal reunión, aunque la actividad era real".
  • "El asesinado era dueño de caballos, de negocios, viajaba cada seis meses de Manizales a España y viceversa. Al parecer, estaba vinculado al narcotráfico. Había interés de terceros en su muerte. El móvil fue el cobro de una deuda de Cordillera. Lo secuestraron y se lo entregaron a hombres de esa banda".
  • "Su cuerpo fue hallado incinerado, con muestras de tortura. En el examen de Medicina Legal se advierte que murió por asfixia con monóxido de carbono, al dejarlo encerrado en la cajuela del vehículo en el que fue encontrado".

Cuatro condenas

  1. La patrullera del Gaula Risaralda Liliana Marcela Martínez Cristancho recibió una condena de 11 años de prisión por los delitos de secuestro extorsivo y favorecimiento.
  2. El patrullero Jhon Jairo Gutiérrez Grajales, 17 años y dos meses por secuestro simple y homicidio agravado.
  3. Intendente Francisco Javier Hidalgo Quintero, 2 años y 8 meses por favorecimiento (saber del hecho y encubrir).
  4. Intendente Adalberto Zuluaga de los Ríos, 2 años y 8 meses por favorecimiento (saber del hecho y encubrir).

Imágenes claves

  • Hay una serie de imágenes en las que se ve como minutos antes del secuestro el capitán Dillman Augusto y la patrullera Liliana Marcela se encuentran en la avenida Kevin Ángel, antes de llegar a San Rafael, con los intendentes Adalberto Zuluaga y Francisco Javier Hidalgo Quintero.
  • Otra evidencia es que en las instalaciones del Gaula, en el barrio La Arboleda, Dillman, la patrullera y un hombre no identificado le entregan el comerciante a los patrulleros Jhon Jairo Gutiérrez Grajales y a Jorge Iván Ladino Montoya. El no identificado sigue con la víctima.
  • En otra foto la Fiscalía asegura que se ven en Confa de la 50, de Manizales, cuando el capitán Dillman y la patrullera Liliana se encuentran con Zuluaga e Hidalgo y le entregan el carro en que movilizaron todo el tiempo al comerciante.
  • Posteriormente hay una imagen que muestra según el ente acusador que el capitán y la patrullera se encuentran con Martha Emilia Gañan Rojas en el Centro Comercial Cable Plaza.
  • Otra foto detalla que el capitán y la patrullera llegan a una casa en el barrio La Carola, donde al parecer residía Dillman. Minutos después llegan a ese sitio los patrulleros Ladino y Gutiérrez.
  • En una octava evidencia la Fiscalía relata que el capitán y la patrullera salen de Manizales, desde La Terminal de Transportes, hacia Pereira.