Seis años pasaron para que se pudiera empezar a esclarecer el crimen de Javier Bermúdez Obando, a quien asesinaron sicarios el 29 de noviembre del 2010 en La Dorada. Sin embargo, todavía sigue el juicio debido a tropiezos y una solicitud de nulidad del proceso judicial en contra de dos sujetos.

Pero fue uno de los sicarios, el que conducía la moto, quien permitió la captura del presunto autor intelectual y de quien disparó contra el hoy occiso. Este se presentó en 2016 ante la Fiscalía y narró los detalles.

Un conocido le dijo que tenía ganas de matar a Bermúdez Obando y este se ofreció por $2 millones 700 mil. Posteriormente se encontró con un amigo, a quien le ofreció $500 mil para que accionara el arma.

En moto, conducida por el testigo, llegaron hasta una cancha del barrio Los Andes, hasta donde el presunto autor intelectual llevó a la víctima. El cómplice descendió y le disparó hasta matarlo, ante la mirada de los espectadores del partido, que lo siguieron viendo como si nada pasara hasta que llegó la Policía.

El hombre que ordenó el crimen corrió hasta la casa de la esposa de Javier y le contó sobre el homicidio para supuestamente no levantar sospechas. Así pasaron los seis años hasta que el sicario que manejaba la moto decidió hablar y eso permitió que en 2017 capturaran a los dos implicados.

A seguir el juicio

Aplazamientos y situaciones externas obligaron a que se retrasara el proceso judicial, que tuvo un nuevo tropiezo cuando hubo un cambio de juez, quien halló supuestas irregularidades que no garantizaban los derechos de los detenidos durante el juicio oral.

Indicaba que no se les explicó con claridad los hechos y los cargos que enfrentaban pese al silencio de la defensa y el caso pasó al Tribunal Superior de Manizales, que tras estudiar el caso determinó que la Fiscalía se saltó un proceso que debía explicarse con claridad y el juez anterior también cometió una omisión, pero los sujetos habían entendido y por consiguiente, se ordenó la reanudación.

Impunidad

12 años completará el homicidio de Javier Bermúdez Obando. Aunque pasaron seis años de impunidad, el testimonio del sicario permitiría aclararlo.

Sin razones

Se desconocen las causas del ataque sicarial, pues el señalado autor intelectual negó cargos por homicidio agravado, al igual que el sujeto que accionó el arma.