Familia víctima.

Familia víctima.

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LA PATRIA| MANIZALES

 

Pasados 15 años se da la primera condena por la muerte de Gloria Patricia García García, asesinada en el barrio Chipre (frente a Ingeominas).

Diego Marcelo Correa Mejía fue sentenciado, vía preacuerdo, por homicidio y porte ilegal de armas de fuego, tras la decisión del Tribunal Superior de Manizales.

El caso corresponde al 7 de mayo del 2007, a las 8:00 de la noche, cuando Correa Mejía alcanzó a Gloria Patricia, quien caminaba de la mano con su novio, Gustavo, y le propinó un disparo por la espalda. Le generó un trauma severo en la cabeza que le causó el deceso.

Lo llevaron a audiencia el 6 de agosto de 2021 y no aceptó. Quedó libre, pues no pidieron medida de aseguramiento.

El 22 de noviembre de 2022 se instaló la acusación y se declaró la prescripción parcial por porte ilegal, pero se estableció un pacto por homicidio agravado, en el que Diego Marcelo aceptaba como cómplice, con 16 años y 8 meses de pena. La negociación fue apelada solo por el Ministerio Público, que consideró que existía un doble favorecimiento al reconocerse la pena del cómplice y pactarse el máximo beneficio sin que se conozca de alguna reparación a las víctimas. El Tribunal consideró que no se otorgó un doble beneficio y que la pena quedó bien tasada.
 

Dolor

La familia de Gloria Patricia García García, con 20 años para ese entonces, siente que empieza a hacerse justicia por su muerte.

  • -"Aguardamos a que el autor intelectual, que es el policía de carabineros, pareja de mi hermana, también responda. Hay una mujer que trajo de Chinchiná a Manizales el arma y la munición", le contó a LA PATRIA Víctor, hermano de la asesinada.
  • -Anotó que era novia de un policía activo y que duraron unos 10 meses. Ella quedó en embarazo y para el momento del crimen tenía seis meses de gestación. El hijo se llamaría Federico.
  • -"Un día le dijo a mamá que andaba muy preocupada porque su pareja la citó a Chinchiná y le pidió abortar, pues le explicó que tenía otra familia en Cali (es de allá) y eso lo podía afectar. Mi hermana no accedió y le indicó que mejor terminaran. Después de la discusión en Chinchiná, ellos se alejaron, pero en la casa se le dio todo el apoyo. Ese uniformado es el autor intelectual. Mi papá (Q.E.P.D.) así lo comprobó".
  • -"Durante el embarazo el policía fue evasivo, no iba a la casa. Ese lunes 7 de mayo estuvo en la vivienda, dizque para organizar relaciones. Arribó en sudadera, con gorra y encampotado, y la invitó a Chipre. La sacó a las 7:20 de la noche de la casa y a las 8:00 nos dijeron que estaba muerta en la clínica de Villapilar. Nos contaron que en el momento del atentado él se retiró del cuerpo de mi hermana para que el sicario dispara. Eso lo sabemos por la investigación de papá y la declaración de Diego Marcelo".
  • -"Un policía destituido nos buscó para decirnos que podía declarar en contra del novio de mi hermana. Indicó que el otro uniformado le ofreció $1 millón para matar a Gloria. Él respondió que no era capaz de asesinar a una embarazada".
  • -"Mi hermana, por llamadas, recibió amenazas de la mamá del policía, donde le exigía abortar y le indicaba que no sabía con quién se estaba metiendo. Al uniformado, en el 2007, solo lo convocaron a audiencia de conciliación".

 

Sicario

Diego Marcelo Correa Mejía, exintegrante de la banda de Los Cocacolos, en Chinchiná, paga en Acacías (Meta) una condena de 14 años por homicidio agravado en concurso con fabricación, tráfico o porte de armas.

John Mario González Sánchez le dio $6 millones por asesinar a su exesposa, Adriana María Tabares Marín, el 25 de julio del 2010, en el barrio Verdúm, de Chinchiná. La saludó cuando se bajaba del carro y le pegó tres tiros. Al exesposo le dieron 16 años y ocho meses de cárcel, luego de que el sicario lo delató.

También sentenciaron a Pablo Elías Vélez Rodríguez, como cómplice, pues fue quien le señaló a la víctima.

 

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