Foto | EFE | LA PATRIA Alberto Otárola.
El primer ministro de Perú, Alberto Otárola, intentó zanjar las diferencias que el gobierno de Dina Boluarte mantiene con el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, en la cumbre de presidentes suramericanos, realizada en Brasilia, al pedirle que "cese el ataque ideológico" contra su país.
Otárola representó a Boluarte en la cumbre convocada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y se dirigió a Petro, durante su discurso, porque dijo que mantiene una "actitud beligerante" contra la presidencia ejercida por la mandataria peruana.
El presidente del Consejo de Ministros añadió que le recordó "los principios universales de no injerencia en los asuntos de jurisdicción interna y soberanía de los estados" y también a "las miles de víctimas del terrorismo y las guerrillas que laceraron a los pueblos hermanos de Colombia y Perú".
"Sobre esa base fui muy enfático y directo en solicitarle al presidente Petro que cese el ataque demagógico contra el Perú y respete el bien ganado derecho a la paz y a la tranquilidad que el pueblo peruano ha conseguido", manifestó Otárola en entrevista con medios locales.
En la víspera, Petro escribió, en su cuenta de Twitter, que se dirigía a la cumbre para, entre otros asuntos, esperar "un proceso de recuperación de la democracia en Perú".
Petro desconoce la legitimidad de la presidencia de Boluarte, a pesar de que asumió el cargo en forma constitucional, pues ella era la vicepresidenta cuando el exmandatario Pedro Castillo fue destituido por intentar dar un golpe de Estado el pasado 7 de diciembre.
Aunque Boluarte no pudo viajar a Brasilia, pues no tiene un vicepresidente que la pueda reemplazar en sus funciones, la jefa de Estado se dirigió a sus colegas sudamericanos a través de un vídeo en el que propuso "más consenso y menos ideología" en la integración regional.
"Es indispensable vislumbrar una gestión flexible y eficaz, sin grandes estructuras o esquemas burocráticos", dijo Boluarte, citada en un comunicado de la Presidencia de Perú.
La jefa de Estado defendió además que exista "pragmatismo en el establecimiento de una agenda común", por lo que subrayó que los acuerdos que se adopten "no sean declarativos, sino operativos" y que tengan resultados "medibles".
"Debemos iniciar un camino pausado, pero seguro, avanzando gradualmente hacia nuevas etapas a medida que alcancemos nuestros objetivos", finalizó.