EFE | LA PATRIA | KAZÁN

La cumbre de los BRICS, presidida por el presidente ruso, Vladímir Putin, en Kazán, finalizó ayer exigiendo un alto el fuego inmediato en Gaza y un arreglo pacífico en Ucrania, aunque aplazó la esperada ampliación del grupo. La reunión destacó la presencia de líderes de los nueve países miembros, excepto el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien participó por videoconferencia. El secretario general de la ONU, António Guterres, también asistió, lo que generó críticas por parte de Ucrania.

Durante la cumbre, hubo un consenso sobre la necesidad de un alto el fuego en Gaza, con líderes como Putin, Xi Jinping y Erdogan criticando a Israel y a Occidente por su inacción ante las violaciones de derechos humanos. El presidente palestino, Mahmud Abás, acusó a Israel de “genocidio”, mientras que otros líderes expresaron su deseo de que la guerra en Ucrania finalice pronto. Guterres recordó a Putin que la invasión rusa es una violación del derecho internacional.

A pesar de la expectativa de que varios países latinoamericanos, como Venezuela y Bolivia, ingresaran al grupo, el Kremlin reconoció “diferencias” sobre la expansión y la incluyó fuera de la agenda. Se mencionó un estatus de estado-asociado para varios países, pero su ingreso fue pospuesto indefinidamente. Venezuela, que quedó fuera de la lista, consideró esto un “gesto hostil”, mientras que el asesor de Lula señaló promesas incumplidas de Maduro.

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