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El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, culpó directamente a Occidente de frustrar la aprobación de una declaración conjunta.
EFE | LA PATRIA | NUEVA DELHI
Las posturas divergentes entre Estados Unidos con sus aliados de Occidente y Rusia sobre la guerra en Ucrania, enfrentadas ayer en la reunión de ministros de Exteriores del G20, evidenciaron las fracturas del sistema multilateral tras dos encuentros consecutivos sin acuerdo.
El encuentro de ayer repitió el mismo patrón que frustró la reunión de ministros de Finanzas del G20 hace una semana, con Rusia y China mostrando su rechazo a los mismos asuntos relativos a la guerra en Ucrania, clave para el Grupo de los Veinte.
Con Washington y sus aliados por un lado y Rusia y China en el otro, el foro de las principales economías del mundo y países emergentes quedó dividido en dos polos y cada vez se topa más dificultades para lograr avances en otros desafíos que afectan a las naciones en conjunto.
Rusia culpa a occidente
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, culpó directamente a Occidente de frustrar la aprobación de una declaración conjunta con sus esfuerzos por llevar a un primer plano el conflicto ucraniano.
"Lamentablemente, no se logró aprobar la declaración conjunta de los ministros del G20; nuestros colegas occidentales, al igual que hace un año durante la presidencia de Indonesia, trataron (...) con mentiras y declaraciones retóricas, de elevar a un primer plano la situación en Ucrania", afirmó en rueda de prensa.
Estados Unidos sostuvo que los daños al sistema creado para buscar soluciones conjuntas a los desafíos globales "en muchos sentidos provienen directamente de Rusia, que ha estado violando los principios en el corazón de ese sistema; y el sistema fue diseñado para un grupo", dijo el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense y su homólogo ruso mantuvieron en la capital india su primer encuentro al margen del la reunión del G20 desde el estallido del conflicto con Ucrania, en el que Blinken instó a Moscú a que termine la guerra.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, había adelantado las dificultades de un acuerdo al término de la reunión de ayer, asegurando que Lavrov llevó a la reunión "la narrativa rusa, negando la ilegalidad de la guerra y no escuchando a todos aquellos que pedimos una paz para Ucrania".
Las fuertes posiciones de Rusia y EE.UU. eran desde el principio una preocupación para la India, presidencia rotatoria del grupo y anfitriona del evento, que intentó con fuerza permitir que temas también fundamentales como la crisis alimentaria y energética, que afecta especialmente a las naciones en desarrollo, no quedarán opacados por una falta de acuerdo.
"El mundo mira al G20 para dar respuesta a los desafíos internacionales", sentenció el primer ministro indio, Narendra Modi, en la inauguración de la reunión de ayer, antes de constatar que "la gobernanza global ha fallado" en su mandato de evitar guerras.
El primer ministro, cuyo Gobierno no ha condenado hasta ahora la guerra en Ucrania ni se ha distanciado del Kremlin, admitió que estos son tiempos de divisiones globales.
Aún así, "como las principales economías del mundo también tienen una responsabilidad hacia aquellos que no están en esta sala (...), no deberíamos dejar que los problemas que no podemos resolver juntos se interpongan a los que sí podemos dar respuesta", pidió.
Las fricciones entre Washington y Pekín se han agudizado tras las recientes tensiones por el derribo del globo de vigilancia chino y las preocupaciones de que China tuviera intenciones de armar a Rusia, algo que, advirtió ayer Blinken, provocaría consecuencias.
El ministro neerlandés de Asuntos Exteriores, Wopke Hoekstra, apoyó también la postura estadounidense y aprovechó la reunión para advertir de que es "de vital importancia" que todo el mundo "se abstenga de ayudar a Rusia a armarse, pues habrá consecuencias si algunos países cruzan esa línea", declaró en un encuentro con medios en Nueva Delhi.
China contra EE.UU.
China acusó a EE.UU. de "alimentar las llamas de la guerra" mediante el "envío de armas letales a Ucrania". La reacción fue hecha por la portavoz de la Cancillería china Mao Ning en la rueda de prensa diaria.
"China siempre ha mantenido una postura objetiva y justa, decidida a promover conversaciones de paz y una solución política de la crisis. China siempre está del lado de la paz y el diálogo", indicó.