LA PATRIA | MANIZALES

Retornar a Venezuela no está en mente de algunos ciudadanos que huyeron del régimen de Nicolás Maduro. Incluso si se diera un cambio en el poder, tampoco lo tomarían como un tiquete de regreso, ya que no ven garantías en un país sumido en crisis.

Ximena Norato, directora de la agencia colombiana Periodismo Aliado de la Niñez, el Desarrollo Social y la Investigación (Pandi), cree que los comicios del pasado 28 de julio, en los cuales el Consejo Nacional Electoral proclamó una vez más a Maduro como presidente, tendrán como efecto un nuevo éxodo porque quienes quedan no aguantan más de lo mismo.

Por ello, indica que Colombia debe sacarle provecho al capital humano venezolano porque no se irá a padecer lo que lleva años padeciendo, pues no salió por gusto de Venezuela, sino por una necesidad extrema.

"Colombia tiene que prepararse para hacer una integración basada en derechos humanos y donde el capital humano esté bien educado, bien formado, con sus derechos garantizados. Eso fortalece el país, porque no nos interesa tener niños sin educación, mujeres sin protección y sin trabajo, nos interesa tener un capital humano valioso, mejor formado y necesario para nuestra pirámide poblacional".

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Lejos, pero cerca

Lisbeth Gutiérrez Cárdenas no ha parado de llorar desde ese domingo 28 de julio. Describe el día como estresante, tenso, de mucha información en el que se sintió lejos de su tierra, pero a la vez cerca de su gente.

Llegó hace seis años a Manizales con su esposo y su hija, pero de darse el anhelado cambio tiene la misma percepción de Norato, no regresaría hasta no tener garantías para retornar a Venezuela. También está segura de que habrá una nueva ola de migración de ciudadanos que quedan y, según ella, la única forma de evitarla sería cerrando fronteras.

"Si Maduro reconoce la derrota, el nuevo presidente se posesionaría el 10 de enero del 2025 y tendría que revisar todos los casos. Por ejemplo, mi esposo tiene abierto un expediente, fue juzgado por el juzgado militar y civil porque pertenecía a un sindicato y tenía persecución política. Hay que esperar cuál sería el pronunciamiento, cómo sería retornar con garantías y eso es un proceso porque los tribunales actualmente están plagados de gente del Gobierno".

Anota que el regreso sería un comienzo desde cero porque al salir de Venezuela vendieron todo. Vivía en Barquisimeto, en el estado Lara, y allí era periodista en una Alcaldía que en las últimas elecciones (2018) pasó de ser opositora a aliada del Gobierno. De su familia directa no queda nadie. Están repartidos entre Estados Unidos, Chile y Colombia. Y a raíz de los últimos anuncios de Maduro tuvieron que cortar comunicación vía WhatsApp con primos que residen en Venezuela por temor de que les decomisen los celulares y les lleven presos.

"Quienes en su momento creímos, porque me incluyo, en esa idea bonita de Chávez, nos volteamos cuando llegó Maduro porque está loco, no le importa el pueblo. Es un pueblo que tiene hambre, que no tiene energía, que si no tiene la familia afuera para que les envíe dinero, no sobrevive. Creo que el mismo pueblo chavista o madurista que creyó en esa ideología bonita se dio cuenta de que fue engañado. Maduro está porque tiene la Policía y el Ejército, ellos tienen las armas".

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Sin esperanza internacional

Lisbeth, quien tiene nacionalidad colombiana por parte de su madre, dice que no espera mucho de los organismos internacionales y que pasará lo mismo que con Juan Guaidó, pues varios presidentes lo reconocieron como presidente de Venezuela, pero poco pudo hacer dentro del país.

"Quiero creer que de verdad los organismos internacionales den el apoyo para que Edmundo pueda ejercer como mandatario dentro de Venezuela y que haya un cambio. Sé que no va a ser de un día para otro porque recordemos que hay una Asamblea y otros poderes que poco a poco se irán depurando y ahí vamos a ir viendo poco a poco el cambio".

Agrega que, más que nunca, ve a la oposición fuerte y que nunca había visto que una figura que no fuera Hugo Chávez movilizara a tanta gente, mucho menos en oposición y siendo mujer, como lo hace María Corina Machado. "El pueblo está cansado de aguantar hambre, de no tener luz, de no tener agua, de estar a expensas de alguien. Queremos volver a estar unidos, queremos ser lo que éramos".

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En cifras

Según el último informe de Migración Colombia sobre el número de migrantes venezolanos presentes en Colombia, realizado el 30 de abril del 2024, se registran 2 millones 813 mil 997 personas distribuidas así:

*667 mil 223 regulares. De ellas: 52 mil 207 ingresaron al país de manera regular por un punto de control migratorio habilitado y no habían superado el tiempo de permanencia y 15 mil 16 cuentan con una cédula de extranjería vigente.

*2 millones 283 mil 384 regularizadas o en proceso de regularización. De ellas: 1 millón 929 mil 969 se regularizaron con un Permiso por Protección Temporal (PPT) autorizado y 353 mil 415 continúan en proceso de regularización.

*463 mil 390 irregulares. De ellas: 205 mil 857 son portadoras del Permiso Especial de Permanencia (PEP) y tenían la obligación de registrarse en el Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV) antes del 30 de abril de 2023 y no lo hicieron. 187 mil 485 ingresaron al país de manera regular por un punto de control migratorio, pero superaron el tiempo de permanencia, y 70 mil 48 ingresaron sin autorización.

Cifra destacada

26 mil 19 migrantes en Caldas registró Manizales Cómo Vamos en su Informe de calidad de vida departamental 2018-2022. De ellos, 22 mil 636 provenían de Venezuela.

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