Fotos | EFE | LA PATRIA
Según antropólogos forenses de la UBPD, en la intervención en La Escombrera excavarán seis áreas, trabajos que tardarán aproximadamente un año y en los que removerán unos 40.000 metros cúbicos de tierra y escombros.
JEIMMY PAOLA SIERRA
EFE | LA PATRIA | MEDELLÍN
En un vertedero de escombros en Medellín un grupo de expertos forenses empezó ayer una nueva búsqueda de personas desaparecidas durante el conflicto armado vivido entre 2001 y 2004 en la Comuna 13, una barriada donde la esperanza resurgió con las excavaciones.
Después de siete años de pausa y "revictimización" para cientos de familias, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) puso en marcha en el sector de La Escombrera el Plan de Intervención Técnico-Forense, en compañía de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y con el beneplácito de colectivos de víctimas y organizaciones sociales.
"Es un día lleno de expectativa, de alegría y de esperanza al ver que ya vamos a seguir buscando a nuestros desaparecidos", dijo María Auxilio Arenas, portavoz del colectivo de Mujeres caminando por la verdad.
20 años de incertidumbre y dolor
En 2015, la Fiscalía General hizo en un área del mismo vertedero una intervención forense en la que no se encontraron restos de desaparecidos y causó desazón en la comunidad por su abrupta interrupción.
"Son 20 años de lucha, y que hoy (ayer) se dé este paso nos llena de expectativa de que llegue a su final, que no pase lo de 2015 cuando fuimos revictimizados porque un día cualquiera vinieron, levantaron las carpas y ni siquiera nos dieron tiempo de recoger nuestras cosas", sostuvo Arenas.
Con presencia de los magistrados de la JEP, familiares de las víctimas e investigadores, comenzaron las tareas de excavación en sitios donde se presume que hay cuerpos inhumados de víctimas de desaparición forzada.
La nueva búsqueda, cuya primera fase se extenderá hasta el 25 de noviembre, empezó con un acto simbólico en esta zona donde fueron desaparecidas personas, especialmente durante la Operación Orión, que cumplió en octubre 20 años, el mismo tiempo que llevan los familiares reclamando verdad y Justicia.
"Escarbando la verdad, desenterrando la justicia" fue el grito de una decena de mujeres que expresaron su dolor entre siluetas negras con mensajes, flores y tierra, y tejieron una red ante la mirada de los magistrados de la JEP, a quienes entregaron un reloj de arena como símbolo de su larga espera.
"Hace 20 años vimos las tanquetas, los helicópteros, cientos de hombres armados y otros encapuchados (...) vimos morir y desaparecer a nuestros familiares y los responsables siguen sin aceptar los hechos", expresó Luz Ángela Velásquez, quien perdió a su esposo, Carlos Mario Pérez.
Negligencia e indiferencia del Estado
El magistrado de la JEP Gustavo Salazar dijo que determinar el número de víctimas de desaparición forzada en la Comuna 13 ha sido un proceso "muy largo", pero llegaron a "un primer universo de 459 posibles víctimas" en el periodo comprendido entre 1981 y 2016, producto de acciones de grupos armados ilegales, así como de la fuerza pública.
"Siendo especialmente grave la desaparición forzada durante el periodo 2002-2003, estaríamos hablando durante esos dos años de cerca de 200 desapariciones forzadas. ¿Cuántas personas podrían estar acá? Eso no lo sabemos pero estamos trabajando sobre ese universo posible de víctimas entendiendo que es posible que algunas de ellas hubieran sido inhumadas en otros lugares", afirmó Salazar en una rueda de prensa.
El magistrado lamentó que el Estado no tuviera la "decidida grandeza" de reconocer la dimensión de los crímenes sufridos por los habitantes de Medellín ni aceptara "la negligencia ante tanto clamor, dolor y daño".
La intervención en La Escombrera
La tarea tendrá la participación de alrededor de 50 víctimas acompañadas por la Corporación Jurídica Libertad, la organización Mujeres Caminando por la Verdad, la Fundación Santa Laura Montoya y el Grupo Interdisciplinario por los Derechos Humanos, organizaciones que han liderado la búsqueda de desaparecidos en la Comuna 13.
María Auxilio Arenas, de 72 años, que ha vivido la mitad de su vida en la Comuna 13, se unió al colectivo Mujeres caminando por la verdad para aliviar "una depresión muy grande", provocada por la desaparición de su esposo, Arnoraldo Moreno, y el asesinato de su hijo Héctor Fabián: "Dejaron a cuatro niños huérfanos, de 8, 6, 4 y 2 años", contó.