Juvenal Francisco Moreno, director ejecutivo de la Cruz Roja Colombiana.

Foto | Tomada de la CRC | LA PATRIA

Juvenal Francisco Moreno, director ejecutivo de la Cruz Roja Colombiana.

Autor

Anisia Gil
EFE | LA PATRIA | Ginebra

La situación humanitaria en Colombia, afectada aún por la actividad de grupos armados en algunas de sus regiones, atravesada por la ruta migratoria entre América del Sur y Centroamérica y azotada recientemente por varios desastres naturales, ha alcanzado una "multicrisis" en la que no hay persona que esté afectada por solo una emergencia.

Así lo advierte en una entrevista con EFE el director ejecutivo nacional de la Cruz Roja Colombiana, Juvenal Francisco Moreno, que participa en la XXXIV Conferencia Internacional del movimiento de la Cruz Roja en Ginebra y asegura que sus equipos trabajan en la atención de estas crisis solapadas.

"Una persona puede estar en una zona en conflicto y producirse a la vez una emergencia sanitaria o un desastre natural allí, o una persona migrante llegar a un lugar donde hay actores armados, así se produce esta multicrisis", explica. Moreno.

Uno de estos escenarios es la región del Darién, fronteriza entre Colombia y Panamá y considerada una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, por donde más de 500 mil personas pasaron solo en el 2023 y otras 300 mil ya lo han hecho en lo que va de este año.

 

Flujos migratorios mixtos y sin fronteras

Según las últimas cifras actualizadas por la Cruz Roja Colombiana hasta el pasado septiembre, las personas que optan por tomar la ruta del Darién son en su mayoría venezolanos (7,85%), seguidos por los propios colombianos (4,17%), los vietnamitas (2,86%) y los ecuatorianos (2,32%).

El responsable nacional destacó que, además de estas nacionalidades más habituales, en los últimos años el número de migrantes de países como China, Nepal, India o Bangladés se ha incrementado significativamente, y son personas que se enfrentan, además de a los peligros del Darién, a barreras culturales y lingüísticas.

Ante esta situación, los equipos de la Cruz Roja Colombiana, en colaboración con su homóloga panameña, prestan servicios de protección, asistencia humanitaria o atención sanitaria a los migrantes, pero, según Moreno, lo que más valoran es el programa de restablecimiento de contacto con familiares.

"Es algo tan sencillo como proporcionarles un teléfono para que puedan comunicarse con su familia a través de un mensaje o una llamada y decirles que están bien", aseguró el director ejecutivo nacional.

Solo en el 2023, los equipos de la Cruz Roja facilitaron más de 33 mil llamadas internacionales para que la población migrante que cruza el Darién pudiera comunicarse con sus seres queridos, además de ofrecerles información, carga de baterías o acceso a internet.

 

Deterioro del conflicto armado

Además de los servicios en el Darién, la Cruz Roja Colombiana también cuenta con voluntarios en más de 210 municipios del país, incluidas las zonas donde actúan grupos armados y donde la entidad es en ocasiones la única organización de socorro que tiene acceso.

"Nuestros voluntarios son de la propia región donde trabajan, es decir, que los mismos actores armados los conocen, y también tratamos con la comunidad local antes de entrar, le contamos de qué trata nuestro programa y es ella misma la que nos acaba pidiendo que vayamos", explicó Moreno a EFE.

Según asegura el último informe del Comité Internacional de la Cruz Roja sobre la situación humanitaria en Colombia, el país sufre actualmente ocho conflictos armados -tres de grupos contra el Estado y otros cinco entre diferentes facciones- y todos se recrudecieron durante los primeros cinco meses de este año.

 

Pérdida de financiación por la crisis climática

No obstante, a pesar de este deterioro, el director ejecutivo nacional advierte de que la financiación que han recibido este año ha experimentado una bajada de entre el 15% y el 20% en comparación con el 2020, cuando experimentaron un pico debido a la pandemia de la covid-19.

Según Moreno, esto se debe a que los países que tradicionalmente han sido donantes, como la Cruz Roja Canadiense, se están viendo afectados por sus propias crisis, especialmente la climática, y han tenido que cambiar sus flujos de donación, destinando más en los últimos años al ámbito local y menos al internacional.

Esta crisis climática también se ha recrudecido en Colombia, donde los desastres naturales se producen cada vez con más frecuencia y virulencia, como las inundaciones en la región del Pacífico colombiano del 2023, que obligaron a más de 20 mil personas a abandonar sus hogares.

Para paliar esta situación, la colombiana es la única delegación nacional de Cruz Roja que cuenta con un programa de voluntariado ambiental, el cual, aseguran, ha experimentado un aumento de solicitudes en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP16, que se celebra hasta el próximo 1 de noviembre en la ciudad colombiana de Cali.

 


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