Hace poco tuve la oportunidad de viajar a Buenaventura y de allí a un exótico lugar llamado Punta San Pedro, es más o menos a una hora del puerto, implica un viaje en lancha por el mar Pacífico, que no le hace honor a su nombre, pues es bastante picado. El acceso al hostal fue una aventura, pues tocaba atravesar unas rocas y subir un peñasco o dar la vuelta por una ruta selvática. El lugar es bello, la naturaleza es verde en todo su esplendor, exuberante. En el hostal hay agua potable, recogida en tanques por las abundantes lluvias, es fresca y deliciosa. La energía proviene de paneles solares y no hay señal de celular ni wifi: no es apto para adictos al teléfono.
Desde julio hasta octubre se puede hacer avistamiento de ballenas, es un privilegio poder observar a estos hermosos animales, pero es una actividad que requiere respeto, no todos los lancheros cumplen este principio, en algunos se observa más una actitud de “caza”; lo cual no es bueno. Las ballenas jorobadas nos visitan en esta época del año para tener a sus ballenatos en las cálidas aguas.
Tuve la oportunidad de ir a una hermosa cascada, cuyas aguas caen directamente al mar, se llama las Tres Marías y se puede disfrutar de un delicioso baño en una especie de laguna que se forma en el lugar. La naturaleza selvática que rodea toda la zona es el hábitat de muchas especies de anfibios y serpientes, también hay diferentes tipos de aves que se pueden escuchar y ver sobrevolando.
En el hostal conocimos a un estudiante de Biología, quien se encontraba allí para hacer su práctica y ayudar a clasificar los animales que habitan el lugar, también para educar a los niños sobre la importancia de ciertas especies como la boa, que es fundamental para el control de otros animales como las ratas, por eso hay que respetarlas y no cazarlas; en caso de que estén demasiado cerca de donde habitan los humanos se deben atrapar y reubicar en sitios más alejados.
Pero ¿qué trae el mar? Además de hermosas ballenas jorobadas trae algo lamentable: basura. Fue muy triste ver un sitio tan apartado y natural invadido por la basura que trae el mar; botellas de trago, plástico en todas sus formas, ropa vieja, zapatos, mochilas, todo tipo de objetos desechados por nosotros, los humanos, sin ningún control, contaminando.
La cantora que dirige el grupo Despertar del Folclore resume muy bien en su poema el problema: “La playa de la Bocana es una playa muy bonita y pa’ tener un buen trabajo, dependemos de los turistas,(…) se van para otra playa no porque no haya un cura, buscando la limpieza, porque hay mucha basura, (…) en vez de estar peliando mejor hagámonos socios, teniendo la playa limpia vendemos bien el negocio, (…) pongámosle atención a todas estas cositas, estando todos unidos la playa es más bonita”. Por su puesto que es importante que el lugareño se concientice sobre la importancia de limpiar sus playas, pero todos debemos asumir la tarea de un consumo responsable y una adecuada disposición de las basuras, especialmente rescatar todo lo que se pueda reciclar y reutilizar, para que esa basura no termine contaminando ríos y mares y dañando el hábitat de otras especies que habitan nuestro planeta.