Según el reporte de la entidad, entre las 23 ciudades y áreas metropolitanas que revisa el Dane, Quibdó (64,8%), Riohacha (56,6%), Santa Marta (51,6%), Valledupar (51%) son las ciudades con las tasas más altas a nivel nacional y tienen a la mitad de su población en condición de pobreza monetaria.
Muy oportuna la realización del XVI Congreso colombiano de Trabajo Social: aportes desde la intervención social en escenarios de complejidad que se llevó a cabo en la Universidad de la Guajira, Riohacha, el 18,19, 20 y 21 de octubre de 2022, dado que, es el momento más importante político de Colombia, como es el inicio, de un gobierno que pretende fundamentar el diseño de Política Pública en el Vivir Sabroso y en el Buen Vivir. Es un gobierno de izquierda, que por primera vez se instaura en la historia democrática del país, se puede explicar no solo por el conflicto interno, sino por esta tendencia política que avanza en América Latina. Por ello, los debates de este escenario académico son de gran interés no solo para los formuladores y actores partícipes en el diseño de política sino para los colectivos académicos que pensamos y formulamos planes de estudio acordes a los desafíos sociales complejos del mundo contemporáneo.
No en vano nos concentramos en la ciudad de Riohacha, un lugar hermoso, lleno de riqueza natural y fauna, con una tradición cultural como es su pueblo nativo Wayuu, la comida es exquisita pero es la segunda ciudad con mayor pobreza monetaria Riohacha de 56,6% entre las principales capitales del país después de Quibdó con el 64,8% (DANE, 2022). Es por esta razón que se escoge Riohacha, como sitio de nuestro evento académico, por su situación de zona fronteriza, con un alto número de migrantes venezolanos y una realidad social precaria, gobiernos que han estado a través de la historia de espaldas a estas condiciones de marginalidad, justo en este territorio como la Guajira, es donde el Trabajo Social tiene retos y responsabilidades. Una de las preguntas centrales que nos formulamos es: ¿Cómo la disciplina y profesión de Trabajo Social puede coadyuvar en el fortalecimiento de la acción de las comunidades y romper los fuertes desequilibrios que existen entre el resto del país y sus poblaciones fronterizas?
Así, se constituye en ejes de reflexión -entre otros- la intervención profesional en los escenarios de interculturalidad y decolonialidad como los aportes para el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas y/o políticas sociales que son determinantes en la vida comunitaria. Las políticas públicas son instrumentos estratégicos que orientan la planificación territorial y, en definitiva, para expresar de manera clara, hacer políticas públicas, es hacer política, es ejercer el derecho ciudadano de participar con el fin de incidir en la toma de decisiones públicas. De ahí que, para develar lo “oculto” de la intervención social, se debe incorporar la cuestión política desde una visión de poder, un poder que construye y un poder que se ejerce. (Carballeda, 2007). Entretanto, las políticas públicas traducen objetivos de bienestar individual y colectivo de la sociedad con base en las aspiraciones sociales en entornos o espacios deliberativos. Pero, en el país, las políticas públicas tienen un enfoque asistencialista propio de un estado subsidiario que no soluciona el problema estructural de pobreza, solo entrega soluciones paliativas a la sociedad. Por lo tanto, es un desafío para el Trabajo Social liderar procesos de diseño de política pública con las comunidades y las organizaciones sociales bajo la concepción de bienestar social común para toda la ciudadanía.
Finalmente, las memorias de nuestro XVI Congreso colombiano de Trabajo Social: deben ser entregadas y socializadas a los técnicos que orientan la construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 (PND 2022-2026) Colombia potencia mundial de la vida porque propusimos nuevas apuestas desde nuestras experiencias de investigación e intervención para el propósito del actual gobierno de: “vivir una vida digna, basada en la justicia; en una cultura de la paz que reconoce el valor excelso de la vida en todas sus formas y que garantiza el cuidado de la casa común. (DNP, noviembre de 2022).