Hace 30 años se firmó el contrato con Autopistas del Café para mejorar la comunicación vial entre Manizales, Pereira y Armenia. Sin lugar a dudas, cumplió el propósito. La concesión está en manos de Odinsa, una de las firmas de ingeniería más importantes del país. A poco más de un año de terminarse el contrato -que no puede ser prorrogado- la constructora presentó a consideración del Gobierno una propuesta para continuar con la operación de la vía durante los próximos 30 años.
En diciembre del año pasado Odinsa realizó reuniones con representantes de la región a quienes presentó la propuesta. En Caldas y Risaralda tuvo rechazo total. En pocas palabras contemplaba hacer una doble calzada entre Calarcá y La Paila y las obras en estos dos departamentos eran mínimas. Por esta razón, a la constructora le tocó hacer una nueva propuesta y tiene programada una reunión para presentarla a la comunidad en Manizales en los próximos días.
Caldas ha manifestado su respaldo al modelo de construcción y manejo de las carreteras por el sistema de concesiones. La construcción de las obras por este sistema es más ágil que cuando dependen del Invías; además, se garantiza el mantenimiento y funcionamiento de la carretera.
La Autopista del Café no está concluida. En Caldas, por ejemplo, falta terminar la doble calzada entre Chinchiná y El Jazmín y lo más increíble, hacer las reparaciones al puente cercano al peaje Pavas que no está en funcionamiento. Odinsa, por lo menos para ganarse el “cariñito” de los caldenses, lo debería haber reparado hace mucho tiempo.
Manizales requiere urgentemente consolidar su relación con Chinchiná y la comunicación vial poco ayuda. La antigua vía está saturada y pagar peaje diariamente por parte del alto número de trabajadores y estudiantes que viajan entre Chinchiná y Manizales, no aguanta. Igualmente, el crecimiento de Manizales se está dando hacia el sector de San Bernardo y El Rosario y este desarrollo lo está frenando la presencia de los tres peajes localizados en el triángulo San Bernardo, Pavas y Campestre.
La propuesta de Caldas es que el peaje Pavas se retire y que la tarifa de Tarapacá 1 y 2 sea la misma que tiene el peaje que hay entre Pereira y Armenia. Así mismo, que se trasladen los peajes de San Bernardo y Campestre y se unifiquen en la glorieta de La Manuela.
Igualmente, el departamento está solicitando la rectificación del tramo Estación Uribe-La Trinidad, para mejorar los radios de giro de las curvas y su velocidad de diseño y que se construya la doble calzada que falta en el sector de San Bernardo. También está pidiendo la construcción de los accesos a Aerocafé y mejorar la intersección en La Trinidad.
La ANI está receptiva a las propuestas y planteamientos de la región. Su interés es que en lo posible haya un consenso regional con el alcance de los trabajos de la nueva concesión, lo que no es fácil porque cada región tiene sus intereses y expectativas. La Nación no está interesada en aportar plata, por lo que los recursos para construir las obras saldrán de lo que se recaude en los peajes.
Hay que tener muy claro que así Odinsa realice los estudios, no le da derecho para continuar con el contrato. La ANI solo puede adjudicar la concesión mediante una licitación. En el evento en que la constructora no salga favorecida, el Gobierno le pagará los recursos invertidos en los estudios.