Caprichosa es la pelota, como el pito y las conciencias.

¿Sabías que un suplente, despedido, ganaba 52 millones al mes, Mateo García 20 y Cardona solo diez?

En el penúltimo capítulo del escándalo Hinestroza, se supo que el VAR no se activó en la jugada de la discordia y que por eso se desconocen los audios. Algo más sospechoso aún en aquella telaraña turbia que ensombreció la eliminación del Once Caldas.

Como las quejas y los lloriqueos van quedando atrás, obligado está el Once, a través de los responsables, de activar un plan de fichajes que concuerde con la calidad de la competencia que se avecina en la Copa Suramericana y en el torneo doméstico, para elevar el estándar de rendimiento, sin derrapar en las curvas.

Es complejo contratar en un mercado devaluado, con preferencia a los veteranos, a los extranjeros sin categoría, sin jóvenes valores que agiten el ambiente, lo que hace apremiante la reestructuración de las divisiones menores. Por estos días, se incrementa el tono de los chismes o “chimentos” como se les denomina en el ambiente. Muchos nombres ruedan entre rumores sin confirmación.

Es un mundo que salta entre lo real y lo imaginario. Entre el deseo y la realidad. Todo gira alrededor de las especulaciones. Se habla de Mateo García a Millonarios, pero los voceros bogotanos, descalifican todas las informaciones sobre fichajes. Mateo tiene contrato largo con el Once Caldas.

También se especula sobre el paso de Daniel Cataño al Once Caldas, sin pensar en que este último sufre de “hipocondría”, que lo hace susceptible a las lesiones, juega poco y tiene vínculo laboral activo con su club capitalino.

Michel Barrios quien arregló condiciones y continúa, pidió a su hermano Cristian, amenazado por los hinchas iracundos del América, que no piensa despedirlo.

De Darwin Quintero, se habla, con preferencia del entrenador, pero el escurridizo y veterano delantero, en rebeldía con su club, Pereira, aún no tiene autonomía para moverse de un equipo a otro porque, a pesar de “declararse libre” por impago de salarios, no le han dado la carta de libertad que requiere.

También en la carpeta estuvo Alejandro Piedrahíta, alero de vibrante campaña en el cuadro Matecaña, pero él mismo desvirtuó la versión porque “ Soy hincha del Pereira y no puedo traicionarlo”.

Diego Chávez del Deportivo Pasto, estaba en el radar de Herrera, pero se marchó a Bucaramanga. A Rodrigo Urueña, un chileno, volante de contención, con pasado en Pasto y América, actualmente en Universitario de Perú, también le han seguido la pista. No es una garantía.

Se busca un delantero con gol para relevo de Dayro, pero ninguno de los pocos cotizados que hay en el mercado, quiere hacerle “banco” al artillero.

El venezolano Eduardo Sosa del Deportes Tolima se ve como alternativa, pero juega poco.

A Felipe Castaño, ya firmado, lo presentan como figura y gran fichaje. Lejos esto de la realidad. Aunque tiene condiciones, lo llaman “machete” porque “le pega a lo que se mueve”, no le niega un codazo a nadie. Sujeto a expulsiones repetidas, acostumbrado a las patadas descalificadoras.

Mejores referencias hay de Mateo Rodas, Bogotano de 1,86 mts, quien llega de Patriotas. Lo mismo del portero Johan Parra, aunque conveniente sería investigar porque no jugó los últimos partidos en Envigado.

Juan Carlos de la Cuesta, expresidente de Nacional, ya oficia como mánager del club.

Llega la Navidad con los aficionados esperando el gran regalo. El de un fichaje que emocione y convoque.