Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com
El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, cuyo lema este año invita a crear conciencia sobre lo que esta significa; así como a reflexionar acerca de los problemas que viven muchas personas que no tienen acceso a profesionales especializados que les atiendan y acompañen de manera responsable y respetuosa.
Según la Organización Panamericana para la Salud (OPS) y la Organización Mundial para la Salud (OMS):
‘Todo el mundo debería tener derecho a vivir una vida con dignidad, equidad, igualdad y respeto y esto incluye a las personas con problemas de salud mental. Sin embargo, en la Región de las Américas continúan persistiendo el estigma, la discriminación y las violaciones a los derechos humanos’.
Es muy importante que se hable de salud mental como un derecho y que se haga visible la necesidad de que esta, sea un compromiso, no solo desde las políticas públicas, sino además una responsabilidad de quienes forman parte de una sociedad.
Es necesario informar y educar a las personas, acerca de cuáles son sus derechos, puesto que muchos son irrespetados por algunos profesionales quienes -a pesar de tener los conocimientos-, hacen caso omiso de ello y evaden sus responsabilidades éticas.
La salud mental se afecta con facilidad, como consecuencia de relaciones familiares conflictivas, por problemas que surgen con la pareja o con los hijos; también por situaciones laborales, por falta de empleo, por dificultades económicas, por exposición al ruido, a la contaminación. Por pérdidas afectivas, por detrimento de la salud, por abusos, y maltratos, por diferentes tipos de violencias. En fin, son muchas las causas y poco el cuidado.
Cuidar la salud mental es una tarea de todos y significa:
- Mantener relaciones respetuosas, saludables y empáticas con la familia y con las demás personas.
- Conocer, cuidar y cultivar emociones y sentimientos, que brinden serenidad y paz interior.
- Prestar especial atención a los hábitos alimenticios y al sueño
- Hacer ejercicio, preferiblemente al aire libre.
- Invertir tiempo en mantener amistades con quienes se converse y se mantengan los vínculos afectivos.
- Mantenerse alejado de adicciones que afecten la salud física y emocional.
- Realizar actividades que causen placer como leer buenos libros, tejer, coser, cocinar, pintar, hacer cerámica, dibujar, escribir, bailar, meditar y ayudar a otras personas.
- Cultivar pensamientos, emociones, palabras y gestos compasivos y generosos.
- Buscar ayuda, si es necesario; y dejarse ayudar.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
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