En helicópteros llegó la delegación del Gobierno al corregimiento de El Plateado, en el municipio de Argelia, Cauca. Junto a Laura Sarabia, los ministros de Agricultura, Minas y Energía, Ambiente, Comunicaciones, Salud y Defensa y otros varios directores de entidades nacionales. El que no llegó fue Petro. En esta ocasión no adujo motivos de salud, sino de seguridad. ¿Qué tal? ¿A dónde habremos llegado?
El desplazamiento desde el improvisado helipuerto hasta la cancha urbana se realizó en 16 tanques de guerra. Todos los invitados disfrazados con cascos y chalecos antibalas. Más allá de las críticas a lo que algunos han calificado como un show mediático, yo sí creo que hay que destacar la presencia del grupo en este corregimiento, en medio de una incursión militar.
Desde la llegada de Petro al Gobierno, todas las organizaciones criminales se han expandido a sus anchas y consolidado su poder territorial y sus negocios: el Clan del Golfo pasó de tener presencia en 213 municipios a 442 en el noroccidente y oriente del país y las disidencias de las Farc pasaron de 124 a 299 municipios. Por supuesto, el Eln también ha tenido un crecimiento exponencial en medio del diálogo de sordos que mantiene con el Gobierno. Los asesinatos de líderes, en alarmante aumento, así como las desapariciones forzadas, y ni se diga del desplazamiento, que, según la ONU, ya ha tocado a más de 183.000 colombianos.
Por esto y mucho más habría que saludar la operación Perseo. Y necesariamente preguntarse por cuánto tiempo va a permanecer la Fuerza Pública en El Plateado y si habrá condiciones para el cumplimiento de todas las promesas que se hicieron en las menos de tres horas que duró el desembarco gubernamental. También me pregunto cómo responderá la delincuencia organizada. Ya se conocen instrucciones en el sentido de utilizar mujeres embarazadas y menores de edad para impedir el accionar de Ejército y Policía. Calculo que no menos de 500 operaciones Perseo se deberían realizar en los departamentos de Nariño, Cauca, Chocó, Meta, Putumayo, Huila, Santanderes, Urabá y muchos otros donde hemos perdido el control del territorio.
En esto va la famosa paz total de Petro. En nada. No hay un solo avance con ninguno de los 9 grupos en las distintas mesas. Lo que se ve es un Estado arrodillado implorando que se mantengan unos diálogos que solo han servido para favorecer la consolidación territorial de las organizaciones criminales a todo lo largo y ancho del país.
Ahora se conoce que la visita a El Plateado se organizó para mostrar algún resultado en el examen que al proceso de paz se verificó en la ONU. Qué despliegue de esfuerzos para retomar el control de un solo corregimiento. Y me temo que de esta gira solo quedarán frustraciones a una población que, escéptica, no quiso ni salir de sus casas y que ahora se expone a recibir una dosis más de violencia por cuenta de las mentiras que sobre la paz ha montado este Gobierno.