Alguna vez dijo el escritor Cervantes: “La virtud es más perseguida por los malos que amada por los buenos”. 
Un pensamiento que se puede complementar con este aforismo de Martin Luther King: 
“El mundo está mal, no tanto por el mal que hacen los malos, como por el bien que dejan de hacer los buenos”.
¡Ay! el mal suele hacer más ruido que el bien, aunque en el mundo hay más luz que tinieblas.  
El reto es desterrar el virus de una indiferencia que induce a pensar así: “cada cual resuelva sus problemas”.
Somos todos viajeros de un mismo barco, y lo que afecta a uno afecta también a los demás. 
La virtud de la solidaridad es el mejor antídoto contra una indiferencia cómplice.
Elige este lema: “uno para todos y todos para uno”. Somos chispas de la misma energía divina; somos Uno con Dios.  
@gonzalogallog