Tan pronto mueres inmediatamente resucitas, es decir, tu vida continúa en el otro lado.
Tu espíritu no se va a quedar por ahí esperando un juicio final que nunca se dará.
No tomes al pie de la letra lo que escribieron los autores sagrados con las limitantes de su tiempo.
La muerte es sólo un cambio de forma, un regreso a la dimensión en la que estabas antes de encarnar.
Tú mismo con la ayuda de los seres de luz evaluarás tu vida y seguirás evolucionando en el otro plano.
Algún día trazarás un nuevo plan de vida y vendrás a perfeccionarte en aquello que te falta.
Es inaceptable pensar en castigos eternos de un Dios de amor infinito.  Cuestionar lo que te han dicho.
El Dios verdadero no es como lo pintan los credos. Lee mi libro El sendero del espíritu.
@gonzalogallog