Se cuenta que Buda se vio un día amenazado de muerte por un bandido. 
“Se bueno”, -le dijo-, “ayúdame a cumplir mi último deseo y corta una rama de ese árbol. 
Con un golpe de su espada el feroz bandido hizo lo que Buda le había solicitado. 
¿Y ahora qué quieres?”, le preguntó a continuación. “Ponla de nuevo en su lugar” le dijo Buda. El bandido soltó una carcajada y dijo: “Debes estar loco si piensas que alguien puede hacer semejante cosa”. 
“Al contrario”, le dijo Buda. “Eres tú el loco al pensar que eres poderoso porque hieres, destruyes y matas.   
Eso es cosa de niños. El poderoso es el que puede amar, servir, curar y dar vida”. 
Dice la historia que ese bandido se fue pensativo y, con el tiempo, cambió de rumbo y alcanzó la iluminación.
@gonzalogallog