Cuando te ves como pobre, te equivocas, ya que Dios te creó desde su riqueza y con el tesoro del amor.
Puedes carecer de cosas materiales, pero sólo eres pobre cuando te ves como un miserable.
Cambia tu mirada y, oh sorpresa, cambia la realidad porque tu vida depende siempre de tu respuesta.
Lo captas con una historia del rabino Fishel, famoso por su don de sanación, y su colega Bunam.
Un día, después de haber quedado completamente ciego, el rabino Bunam fue a visitar a Fishel.
Este último lo recibió en su casa y le dijo: Confíate a mi cuidado y mis oraciones y recobrarás la vista.
Gracias respondió Bunam. Eso no es necesario, así como estoy veo todo lo que necesito ver.
Pregúntate: ¿Soy pobre? Al responderte, recuerda lo que dijo Jesús: “Donde está tu tesoro, allí está tu corazón”.
@gonzalogallog