Hoy decido amarme a mí mismo y, por eso, me acepto, me valoro y tomo buenas decisiones.
Es clave elegir bien mis prioridades, cultivar buenas relaciones y manejar bien mis emociones.
Lleno mi mente de sabiduría, mi corazón de amor, y vacío mi ser de iras, culpas y rencores.
Todo fluye si acojo la compasión, no juzgo, soy un ser bondadoso y crezco en comprensión.
Si de verdad quiero una vida tranquila y feliz, tengo que pensar, hablar, sentir y actuar bien.
Soy el creador de mi propio destino, soy libre para crear un cielo o un infierno.
Lo pienso y asumo compromisos para mejorar, con disciplina, entusiasmo y pasión.
Hoy decido aceptarme y dar lo mejor de mí. Creo el hábito de meditar y de amar a Dios de verdad.tu prioridad es amarte y amar de verdad.