Es dañino e infundado el temor a una muerte que no existe porque es un paso entre vidas.
Nadie muere, y siempre estamos vivos con un cuerpo como empaque material o sin él.
Morir es para el alma un vuelo tranquilo y jubiloso de este plano a ese espacio que llamamos cielo.
Di “mi ser querido trascendió”, no digas “murió” o “está muerto”, porque VIVE.
Nadie está muerto, y los que llamas “muertos” se manifiestan de distintas maneras recién partidos:
Con mariposas, libélulas, colibríes, plumas, en sueños, su perfume o su energía.
Lee el libro Señales de Laura Lynne Jackson para que veas claro que no te miento.
Con mi libro “Muerte un paso a la vida”, manejas bien un duelo y dejas ir el temor a un cambio de vida que llaman muerte.
@gonzalogallog