El 30 de enero de 2023, el diario La Patria publicó un completo informe titulado “Los hilos que Mario Castaño todavía mueve en Telecafé”, en el que describe con meridiana claridad la situación contractual que se viene presentando en esta empresa en los últimos años, y deja al descubierto la forma como abusan sin consideración del presupuesto público a través de contratos de servicios de operación logística que supuestamente presta Telecafé, pero que termina subcontratando en una espiral de registradoras, donde queda enredado el dinero de los contribuyentes y, en el camino, se proveen algunas campañas políticas de recursos para financiar sus onerosas “inversiones”.
En 2020, recién empezado el suplicio al que nos tiene sometidos Carlos Mario Marín, en este espacio denuncié la forma como el alcalde se vinculó a Telecafé, para tercerizar el pago de una deuda de campaña, a través de un contrato de estas características, el cual tuvieron que reversar (o camuflar), pues se sintieron evidenciados ante la sociedad -que en ese entonces confiaba en que solo era un pequeño descuido del joven alcalde- siendo apenas los inicios de lo que pasaría a ser costumbre de gobierno y comportamiento habitual: corrupción, desgreño, irresponsabilidad, cinismo y descaro. Era la punta de este iceberg en que se ha convertido la administración Marín, donde campean la indecencia y los actos ilegales y asquerosos.
Pero, volviendo a Telecafé, y a propósito de la renuncia de la última gerente, Sandra Milena Mantilla Quintero (la tercera en este período), es preocupante lo que allí pasa. Y, más preocupante aún, que pase ante los ojos de todo el mundo, incluyendo los entes de control y de justicia. Sandra Viviana Aristizábal Saleb, primera gerente de este cuatrienio, renunció para aspirar, con éxito, a la Cámara de Representantes por el grupo de Mario Castaño; en su retiro, impuso a su sucesora, María Teresa Ramírez León, quien también renunció en junio de 2022 y hoy aspira a la gobernación de Quindío. Estas honorables damas seguramente entendieron aquello de la “financiación estatal de las campañas políticas”, y durante sus respectivas gerencias se dedicaron a promocionarse descaradamente en su tierra y a canalizar los recursos de Telecafé para sus intereses particulares y los de sus patrones.
Y no es raro que el paso por Telecafé pueda garantizarles a los gerentes un éxito en las actividades políticas. Para nadie es un secreto que la política se hace con dinero y con votos; y en esta empresa se pueden encontrar estos dos ingredientes, sin mucho esfuerzo. El dinero está prácticamente asegurado, pues si hablamos de que entre enero de 2020 y septiembre de 2022, se ejecutaron contratos por valor de $ 177.836 millones, en un canal cuya calidad decrece a pasos agigantados y su influencia mediática es paupérrima, podemos deducir que esos gigantescos negocios no solo son rentables para la empresa sino para quienes los negocian, pues son contratos pobremente supervisados y difícilmente controlados. Tanto así que son permanentemente producto de adiciones que eluden los trámites de legalización contractual, y delegados a “gerentes” financieros y jurídicos que saben cómo moverse en las aguas turbias de las entidades nacionales.
Y en cuanto a los votos, no es difícil allegarlos cuando se puede contar con la visibilización de un candidato que pone toda la estructura del canal a su servicio proselitista, tal y como lo hicieron las anteriores gerentes mencionadas. El derroche mediático de Telecafé en el departamento del Quindío no tiene precedentes; y el direccionamiento de la explotación de la imagen de las exgerentes candidatas, es un evidente desequilibrio de poderes para el beneficio electoral, en desmedro de sus competidores, mediante la utilización de bienes públicos. ¿Y los entes de control?: ¡silenciosos! De manera que la renuncia de la actual gerente, Sandra Milena Mantilla Quintero, puede ser una puerta a la esperanza, pues todo indica que, siendo una mujer aguerrida, con buenas intenciones y dispuesta a defender sus principios por encima de los intereses oscuros de sus antecesoras, termine explicando lo que realmente sucede dentro de esta entidad y logre que los órganos encargados recompongan el camino de este querido canal.