A 14 días del fin del año calendario del 2024, se han realizado balances en instituciones y empresas cumpliendo una regla establecida formalmente desde hace mucho tiempo, en algunos casos se remonta a casi dos siglos. Otros recuentos anuales se harán a principio del año entrante.
Hay otras comparaciones que se hacen mensual o trimestralmente, a través del año, con el propósito de establecer periódicamente el curso de las actividades encomendadas con el objeto de permitir correcciones con más prontitud y así poder asegurar el cumplimiento de las metas propuestas.
A las anteriores actividades se agregan las evaluaciones que hacen las personas sobre su vida. Unas diariamente y otras semanalmente o mensualmente para finalizar con el consuetudinario mecanismo anual de revisión de su vida en el transcurso del año. Para complementar, otras no se conmueven a hacer una revisión de su vida, durante su existencia.
Los balances personales necesitan de una gran dosis de sinceridad consigo mismo, ya sea que lo hagan público o los conserven en su intimidad. De todas maneras, es imperativo que cada ser humano con plena capacidad mental realice una confrontación entre sus aspiraciones, reales o utópicas, y los resultados obtenidos.
La oportunidad de la evaluación personal dependerá de los intereses de cada quien y es disímil para cada ser humano en cuanto al tiempo: Joven, adulto o viejo.
Siempre será benéfico que las personas mantengan un análisis de su vida sin que ello se constituya en pesada y limitante carga que lo distraiga de su real y aceptada vida, lo cual se constituye en su misión personal, que tendrá que adaptarse a su núcleo familiar, laboral y social, lo que incluye todo el espectro de la existencia que ha definido para recorrerla.
La introspección es una herramienta invaluable, cuyos beneficios serán, en primera instancia, para quienes la ejercen. Los balances institucionales, que incluyen los financieros y todo su entramado, atienden a principios que están determinados por las reglas misionales y contables; pero, las evaluaciones exclusivamente personales atienden a determinantes de variado contexto.
No siempre coinciden, ni tienen porque hacerlo, todas las evaluaciones en donde participa integralmente una persona. Ellas tienen además un sentido muy importante, lo mismo que los balances, representado en permitir la proyección del período siguiente. El balance puede ser adecuado o inadecuado, pero el futuro deberá plantearse en sentido benéfico traducido como un mejor futuro.
Desde otro ángulo, ya han salido a dominio público las primeras respuestas a la pregunta: ¿Lo mejor del año 2024? Para no establecer lo peor. Aquí cabe de todo, desde la mejor empanada hasta infinidad de consideraciones que atraen a diferentes personas y grupos poblacionales e inducen acciones que van desde mercadeos hasta simples informaciones.
Y más allá: ¿Cuál es el personaje del año? La respuesta es muy sencilla y real: Usted, independientemente de su criterio, por más que busquen y se desgasten en presentar nombres y nombres.
Nota: ¿Cómo se recuerda hoy a Simón Bolívar?