El gerente de Emas by Veolia, en la sesión del Concejo de Manizales, mencionó que al relleno sanitario La Esmeralda le quedan 11 años de vida útil. Puedo ser apocalíptico, lo sé, pero prefiero esa visión a quedarme en silencio y no haber alertado con tiempo una posible catástrofe medioambiental como creo que va a pasar en Manizales si no hacemos algo. Este miércoles 16 de octubre cité a debate de control político para que la Empresa Metropolitana de Aseo (Emas) rindiera informe sobre el estado del relleno sanitario y de los servicios que le presta a este municipio.
Es una empresa mixta, en la cual el 48,7% es de Manizales y el resto es de la empresa francesa Veolia. Quien tiene la potestad de tomar decisiones sobre el futuro de la empresa es el privado, por tener mayoría accionaria. El negocio de Emas es la recolección y disposición de basura, dicho en palabras apocalípticas mías, es recoger basura y enterrarla. En La Esmeralda se entierra basura de 21 municipios, 17 de Caldas, 2 de Tolima, 1 de Antioquia y 1 de Risaralda; es decir, somos un municipio relleno sanitario.
El interés de Emas, como empresa privada, es dar dividendos; entre más carros compactadores lleguen al relleno, y entre más basuras entierren, más facturan. A mi juicio, y como lo hice saber en este debate y en otro que tuvimos en el 2021, a Emas poco o nada le interesa la economía circular y el aprovechamiento de residuos sólidos; es más, en el debate del 2021 el mismo gerente se comprometió a que al finalizar la Administración de Carlos Mario Marín, según el plan de desarrollo, dicha empresa iba a contribuir con el 8% de aprovechamiento de residuos sólidos, mientras que el Municipio iba a garantizar un 22% para un total de 30%, situación que no ocurrió, y, según datos de Manizales Cómo Vamos, en el 2023 hubo un aprovechamiento del 4,9%, y en el 2024, según la Secretaría de Medio Ambiente Municipal, llevamos 3,3%, lo que denota un total fracaso para el municipio.
En el mundo entero la basura es un negocio, la economía circular y el aprovechamiento de residuos sólidos dejan demasiados miles de millones de dólares, pero en Manizales es mucho más rentable para una empresa enterrar la basura, sin importar la crisis medioambiental que podamos vivir en la próxima década. Hacerle reclamos a Emas by Veolia es casi un sacrilegio, y quienes nos atrevemos a hacerlo terminamos siendo apátridas, pero los datos son contundentes y preocupantes. Prefiero asumir las consecuencias de mi crítica a quedarme callado y que pueda ocurrir una tragedia medioambiental en Manizales y que nadie haya dicho nada, sobre todo en una discusión que desde el 2021 he puesto en el espectro público y que cuatro años después todavía no se han tomado medidas acordes a las circunstancias para revertir la realidad del relleno sanitario.
Seguro en otra columna tendremos que hablar del servicio de Emas en torno a la recolección de basuras, los horarios en los que pasan los carros compactadores por las zonas del municipio, la poda, el barrido de calles, pero también de su facturación y de la relación que tiene con las agremiaciones de recicladores, que indiscutiblemente son temas de gran relevancia y que requieren toda la atención. Por ahora no quiero ponerle ningún ruido a la situación medioambiental que se nos aproxima, alguien tiene que advertirlo.