En Manizales a una mujer de 33 años le dispararon un balín de metal en el ojo. Ella, Valeria Cardona, se tomaba fotos con unas amigas caminando por el barrio Milán. Nadie supo quién fue, ni por qué lo hizo. Solo se sabe que no ha sido la única víctima del pistolero fantasma. La Patria publicó una nota en la que se dijo que más personas denunciaron que les dispararon por el mismo sector (entre Santa Inés y Empocaldas). Valeria ha compartido en Instagram historias en que ha contado su caso y ha pedido ayuda para financiar una operación en el ojo, con el fin de que no lo pierda. Escribo su nombre en esta columna para que la contacten personas que puedan seguir ayudándola.
Hay que decir que ojalá las autoridades sepan quién es el delincuente, y averigüen por qué lo hacía -y ojalá no sea por el mero placer de disparar, hobby que compartiría con algunos políticos-.
Amplío el foco. Además de los cinco cuerpos que han encontrado en La Escombrera de Medellín (según El Colombiano, en diciembre hallaron tres y el viernes confirmaron otros dos), el mismo día que La Patria publicó en su impreso la noticia de Valeria Cardona también hizo pública otra nota, igual de desesperanzadora: en una semana vieron cinco cadáveres por las corrientes del río Cauca en Caldas. Tres de ellos los han recuperado amarrados de pies y manos. Uno fue aparentemente torturado. Noticias que nos recuerdan que no somos tanto “el país de la belleza” sino un país con vocación de cementerio al aire libre o de fosa común (como prefiera la lectora).
Voy más allá. La locura de Maduro y su embeleco de quedarse en el poder a las malas. Un hombre que parece asociar carácter con gritería y temperamento con levantar la voz -siempre protegido por militares y por los pocos áulicos que le quedan-. Esta imagen no está muy lejana de la del expresidente Uribe, quien, envalentonado y detrás de sus escoltas, pidió una intervención internacional en Venezuela, como si no hubiera aprendido nada de la historia del siglo XX (aun del siglo XXI). Ambos me hacen pensar en el pistolero fantasma de Milán.
Voy todavía más allá. Uno: la Organización Meteorológica Mundial confirmó que 2024 fue el año más caluroso que se ha registrado. Dos: por estos días sucede un incendio en el sur de California: al menos 24 muertos (hasta ahora), 150 mil personas evacuadas, 12 mil estructuras destruidas y un área como la de Marquetalia (Caldas) devastada (más de 160 km2). Ni las mansiones de famosos se salvaron. A pesar de estos dos hechos, en Estados Unidos no se arrepienten de haber elegido a un presidente condenado que descree de la crisis climática.
Me devuelvo. Manizales, desde hace unos años, ha tenido su árbol florecido de garzas. Razón por la cual hay una zona de Palermo que se le llama Las Garzas, aunque ya no estén ahí. Se han desplazado a El Cable, a un árbol del café Juan Valdez, el politiquiadero por excelencia de la ciudad. Ellas saben qué es lo que se debe hacer con los humanos y sus 2025 locuras: que se nos caguen encima.