El estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), realizado en junio del 2022, midió el promedio de velocidad y conectividad en 162 países y ubicó a Colombia como uno de los peores del mundo con promedios de velocidad entre 30 y 60 km/h.
Estos promedios de velocidad, según el FMI, generan pobreza y son un obstáculo para un crecimiento inclusivo. Nuestra región, ubicada en la cordillera central, caracterizada por derrumbes y curvas en exceso, es una de las más afectadas. Para eso están las concesiones, para ayudar al desarrollo, son bienvenidas y necesarias.
El desarrollo vial del antiguo Caldas, que hoy se integra como Eje Cafetero, históricamente no ha sido fácil. En el siglo XX fueron muchos los obstáculos para conectar vialmente los municipios con las capitales y a estas con el resto del país.
Manizales registró las mayores dificultades dada su topografía. En 1990, dadas las dificultades de conectividad vial, el Gobierno de Caldas propuso mejorar la carretera entre Manizales y Chinchiná, extendiéndose posteriormente a Pereira.
El 18 de abril de 1997 el presidente Ernesto Samper, delegados del Invías y el Consorcio Autopista del Café S.A. firmaron el contrato de diseños definitivos, obras de construcción, operación, rehabilitación y mantenimiento del proyecto vial Manizales-Pereira-Armenia.
El Consorcio Autopistas del Café maneja siete peajes en los tres departamentos, 256 kilómetros de vías con excedentes financieros superiores al medio billón de pesos, y según ellos, reporta cumplimiento en infraestructura vial, avances en seguridad y tecnología, prestación de servicios a los usuarios, interactividad e innovación tecnológica con los peajes electrónicos.
El año anterior más de 13 millones de vehículos recorrieron la Autopista.
En proyectos sociales se han quedado cortos con Caldas. Programas como el “Tambo Artesano” en el Quindío y Risaralda, que benefició a 246 artesanos; “Pon tus ojos en la vida” para emergencias con animales, y la entrega de regalos navideños a 4.258 niños. Sin embargo, el grupo económico responsable de la Autopista del Café busca administrarla por 30 años más.
En diciembre del 2023 se realizaron “audiencias de socialización” del nuevo proyecto con 370 participantes de zonas de cobertura en Chinchiná, Santa Rosa de Cabal, Pereira y Armenia, quienes escucharon a los proponentes y delegados de la ANI.
Soterrada y leoninamente no se incluyó a Manizales, capital del departamento, que registra un altísimo porcentaje de los recaudos de los peajes y el mayor parque automotor de la zona.
Los planificadores de políticas desde Bogotá deben evaluar la rentabilidad social de quienes pagan los peajes, con equidad redistributiva y por supuesto también con lucro para la concesionaria.
Según expertos, el actual consorcio no ha cumplido con la Ley 105 de 1993, artículo 22, que ordena que “al menos 50%” del recaudo del peaje debe invertirse en el departamento de ubicación. Además, la ley 787 de 2002, en su art. 1, modifico el art. 21 de la Ley 105 y en su literal determino lo siguiente: Las tasas de peaje serán diferenciales, es decir, se fijarán en proporción a las distancias recorridas, las características vehiculares y sus respectivos costos de operación. ¿Acaso es Caldas la excepción?, esto debe aplicarse en nuestro territorio debido a los pocos kilómetros que se recorren entre peajes.
Lo anterior dado que Caldas tiene uno de los promedios más altos del costo por kilómetro recorrido por peajes, nos encontramos el primer peaje, Las Pavas, a tan solo 14 km. aproximadamente de la salida de Manizales hacia Pereira, lo cual nos da un valor promedio de $1.071 por cada kilómetro que recorramos para vehículos livianos, el segundo (Tarapacá) a tan solo 10 km del peaje Las Pavas generando un costo de $1.500 por km. recorrido.
El costo promedio a nivel nacional en vías de tercera o cuarta generación, las cuales se desarrollan con altas especificaciones de diseño, oscila entre $ 500 y $600 por km. recorrido. Para el caso de vías de bajas especificaciones o vías secundarias, el costo por km. es de $300 a $350. Más leonino imposible.
Sin lugar a duda, todos aquellos que nos sentimos caldenses nos debemos unir para exigir el desmonte del peaje Las Pavas y además poder tener tarifas diferenciales en los peajes Tarapacá I y Tarapacá II que más que ayudar, fracturan nuestra región y Área Metropolitana.